Jó deseja apresentar-se perante Deus e confia na sua misericórdia
1 Respondeu, porém, Jó e disse: 2 Ainda hoje a minha queixa está em amargura; a violência da minha praga mais se agrava do que o meu gemido. 3 Ah! Se eu soubesse que o poderia achar! Então me chegaria ao seu tribunal. 4 Com boa ordem exporia ante ele a minha causa e a minha boca encheria de argumentos. 5 Saberia as palavras com que ele me responderia e entenderia o que me dissesse. 6 Porventura, segundo a grandeza de seu poder contenderia comigo? Não; antes, cuidaria de mim. 7 Ali, o reto pleitearia com ele, e eu me livraria para sempre do meu juiz.
8 Eis que, se me adianto, ali não está; se torno para trás, não o percebo. 9 Se opera à mão esquerda, não o vejo; encobre-se à mão direita, e não o diviso. 10 Mas ele sabe o meu caminho; prove-me, e sairei como o ouro. 11 Nas suas pisadas os meus pés se afirmaram; guardei o seu caminho e não me desviei dele. 12 Do preceito de seus lábios nunca me apartei e as palavras da sua boca prezei mais do que o meu alimento. 13 Mas, se ele está contra alguém, quem, então, o desviará? O que a sua alma quiser, isso fará. 14 Porque cumprirá o que está ordenado a meu respeito e muitas coisas como estas ainda tem consigo. 15 Por isso, me perturbo perante ele; e quando isto considero, temo-me dele. 16 Porque Deus macerou o meu coração, e o Todo-Poderoso me perturbou. 17 Porquanto não fui desarraigado antes das trevas, nem encobriu a escuridão o meu rosto.
Tercera respuesta de Job a Elifaz
1 Job le respondió lo siguiente:

2 «Hoy también siento una gran amargura;
mis heridas son más grandes que mi llanto.
3 ¡Cómo quisiera saber dónde hallar a Dios!
¡Iría a verlo hasta donde él se encontrara!
4 En su presencia le expondría mi caso,
pues mi boca está llena de argumentos.
5 Creo saber lo que él me respondería,
y creo que comprendería lo que me dijera.
6 No creo que él desplegaría su poder contra mí;
más bien, creo que él entendería mi sufrimiento.
7 Ante Dios, el justo puede razonar con él,
así que yo quedaría absuelto para siempre.

8 »Busco a Dios en el oriente, y no lo encuentro;
me dirijo al occidente, y no está allí.
9 Me vuelvo hacia el norte, y no logro verlo;
me vuelvo entonces al sur, y él se esconde de mí.
10 Pero Dios sabe por dónde ando;
me pondrá a prueba, y saldré refinado como el oro.
11 Mis pies han seguido sus pisadas;
seguí su camino, sin apartarme de él.
12 Nunca me he apartado de sus mandamientos;
sus palabras me son más preciadas que la comida.
13 Si él decide algo, ¿quién puede hacerlo cambiar?
¡Él lleva a cabo todo lo que se propone!
14 Así que hará conmigo lo que se ha propuesto,
y es mucho lo que él ha decidido hacer.
15 En su presencia, me invade un gran temor;
si pienso en ello, me pongo a temblar.
16 Dios me debilita el corazón;
el Todopoderoso me tiene aterrado.
17 ¿Por qué no me quitaron la vida aquella noche?
¿Por qué no me cubrieron el rostro en la oscuridad?