Bildade refuta as palavras de Jó e justifica a Deus
1 Então, respondeu Bildade, o suíta, e disse: 2 Até quando falarás tais coisas, e as razões da tua boca serão qual vento impetuoso? 3 Porventura, perverteria Deus o direito, e perverteria o Todo-Poderoso a justiça? 4 Se teus filhos pecaram contra ele, também ele os lançou na mão da sua transgressão. 5 Mas, se tu de madrugada buscares a Deus e ao Todo-Poderoso pedires misericórdia, 6 se fores puro e reto, certamente, logo despertará por ti e restaurará a morada da tua justiça. 7 O teu princípio, na verdade, terá sido pequeno, mas o teu último estado crescerá em extremo. 8 Porque, eu te peço, pergunta agora às gerações passadas e prepara-te para a inquirição de seus pais. 9 Porque nós somos de ontem e nada sabemos; porquanto nossos dias sobre a terra são como a sombra. 10 Porventura, não te ensinarão eles, e não te falarão, e do seu coração não tirarão razões? 11 Porventura, sobe o junco sem lodo? Ou cresce a espadana sem água? 12 Estando ainda na sua verdura, e ainda não cortada, todavia, antes de qualquer outra erva, se seca. 13 Assim são as veredas de todos quantos se esquecem de Deus; e a esperança do hipócrita perecerá. 14 A sua esperança fica frustrada, e a sua confiança será como a teia de aranha; 15 encostar-se-á à sua casa, e ela não se terá firme; ampará-la-á, e ela não ficará em pé; 16 está sumarento antes que venha o sol, e os seus renovos saem sobre o seu jardim; 17 as suas raízes se entrelaçam junto à fonte; para o pedregal atenta; 18 desaparecendo ele do seu lugar, negá-lo-á este, dizendo: Nunca te vi; 19 eis que este é alegria do seu caminho, e outros brotarão do pó.
20 Eis que Deus não rejeitará ao reto; nem toma pela mão aos malfeitores; 21 até que de riso te encha a boca, e os teus lábios, de louvor. 22 Teus aborrecedores se vestirão de confusão, e a tenda dos ímpios não existirá mais.
Primera reprensión de Bildad a Job
1 Entonces Bildad el suhita, dijo:

2 «¿Cuánto tiempo vas a hablar así,
con palabras impetuosas como el viento?
3 Dios no pervierte la justicia;
el Todopoderoso no retuerce el derecho.
4 Si tus hijos pecaron contra él,
murieron porque él les dio su merecido.
5 Pero si tú buscas al Dios Todopoderoso,
desde muy temprano imploras su compasión,
6 él te brindará su protección y te restaurará tus bienes,
siempre y cuando actúes con pureza y rectitud.
7 Las pocas riquezas que llegaste a poseer
no podrán compararse con las que tendrás después.

8 »Consulta la experiencia de los que ya pasaron,
y disponte a averiguar lo que sus padres descubrieron.
9 Nosotros nacimos ayer, y muy poco sabemos;
nuestros días en este mundo pasan como una sombra.
10 Ellos te hablarán y te enseñarán;
te hablarán con el corazón en la mano.
11 ¿Acaso crecen los juncos si no hay pantano?
¿O crecen los papiros donde no hay agua?
12 Sin embargo, aún verdes y sin haberlos cortado,
se marchitan antes que cualquier otra hierba.
13 Así también son los que de Dios se olvidan;
así termina la esperanza de los malvados.
14 Toda su esperanza y su confianza
es tan frágil como la tela de una araña.
15 Quien se apoye en sus hilos, no quedará en pie;
en cuanto los agarre, se reventarán.
16 Son como la hierba verde y tendida al sol,
que esparce sus renuevos por todo el jardín;
17 echan raíces en torno a una fuente,
y se arraigan en lugares pedregosos;
18 pero si son arrancados de su sitio
nadie sabrá si alguna vez estuvieron allí.
19 Tal vez disfrute de su corta prosperidad,
pero allí mismo brotarán otros renuevos.

20 »Dios no rechaza al de conducta intachable,
ni tiende la mano al que vive en la maldad.
21 Así que él volverá a hacerte reír,
y en tus labios pondrá una radiante sonrisa.
22 Tus enemigos serán avergonzados,
y sus casas serán destruidas.»