Ses funérailles dans le pays de Canaan
V. 1-14: cf. Ge 47:28-31Ge 49:29-33.1 Joseph se jeta sur le visage de son père, pleura sur lui, et le baisa. 2 Il ordonna aux médecins à son service d’embaumer son père, et les médecins embaumèrent Israël. 3 Quarante jours s’écoulèrent ainsi, et furent employés à l’embaumer. Et les Égyptiens le pleurèrent soixante-dix jours. 4 Quand les jours du deuil furent passés, Joseph s’adressa aux gens de la maison de Pharaon, et leur dit: Si j’ai trouvé grâce à vos yeux, rapportez, je vous prie, à Pharaon ce que je vous dis. 5 Mon père m’a fait jurer, en disant: Voici, je vais mourir! Tu m’enterreras dans le sépulcre que je me suis acheté au pays de Canaan. Je voudrais donc y monter, pour enterrer mon père; et je reviendrai. 6 Pharaon répondit: Monte, et enterre ton père, comme il te l’a fait jurer. 7 Joseph monta, pour enterrer son père. Avec lui montèrent tous les serviteurs de Pharaon, anciens de sa maison, tous les anciens du pays d’Égypte, 8 toute la maison de Joseph, ses frères, et la maison de son père: on ne laissa dans le pays de Gosen que les enfants, les brebis et les bœufs. 9 Il y avait encore avec Joseph des chars et des cavaliers, en sorte que le cortège était très nombreux. 10 Arrivés à l’aire d’Athad, qui est audelà du Jourdain, ils firent entendre de grandes et profondes lamentations; et Joseph fit en l’honneur de son père un deuil de sept jours. 11 Les habitants du pays, les Cananéens, furent témoins de ce deuil dans l’aire d’Athad, et ils dirent: Voilà un grand deuil parmi les Égyptiens! C’est pourquoi l’on a donné le nom d’Abel-Mitsraïm à cette aire qui est au-delà du Jourdain. 12 C’est ainsi que les fils de Jacob exécutèrent les ordres de leur père. 13 Ils le transportèrent au pays de Canaan, et l’enterrèrent dans la caverne du champ de Macpéla, qu’Abraham avait achetée d’Éphron, le Héthien, comme propriété sépulcrale, et qui est vis-à-vis de Mamré. 14 Joseph, après avoir enterré son père, retourna en Égypte, avec ses frères et tous ceux qui étaient montés avec lui pour enterrer son père.
V. 15-21: cf. Ge 45:1-11. Col 3:12-14.15 Quand les frères de Joseph virent que leur père était mort, ils dirent: Si Joseph nous prenait en haine, et nous rendait tout le mal que nous lui avons fait! 16 Et ils firent dire à Joseph: Ton père a donné cet ordre avant de mourir: 17 Vous parlerez ainsi à Joseph: Oh! Pardonne le crime de tes frères et leur péché, car ils t’ont fait du mal! Pardonne maintenant le péché des serviteurs du Dieu de ton père! Joseph pleura, en entendant ces paroles. 18 Ses frères vinrent eux-mêmes se prosterner devant lui, et ils dirent: Nous sommes tes serviteurs. 19 Joseph leur dit: Soyez sans crainte; car suis-je à la place de Dieu? 20 Vous aviez médité de me faire du mal: Dieu l’a changé en bien, pour accomplir ce qui arrive aujourd’hui, pour sauver la vie à un peuple nombreux. 21 Soyez donc sans crainte; je vous entretiendrai, vous et vos enfants. Et il les consola, en parlant à leur cœur.
Mort de Joseph
V. 22-26: cf. Hé 11:22. Jos 24:32.22 Joseph demeura en Égypte, lui et la maison de son père. Il vécut cent dix ans. 23 Joseph vit les fils d’Éphraïm jusqu’à la troisième génération; et les fils de Makir, fils de Manassé, naquirent sur ses genoux. 24 Joseph dit à ses frères: Je vais mourir! Mais Dieu vous visitera, et il vous fera remonter de ce pays-ci dans le pays qu’il a juré de donner à Abraham, à Isaac et à Jacob. 25 Joseph fit jurer les fils d’Israël, en disant: Dieu vous visitera; et vous ferez remonter mes os loin d’ici. 26 Joseph mourut, âgé de cent dix ans. On l’embauma, et on le mit dans un cercueil en Égypte.
1 Entonces José se echó sobre el rostro de su padre, y lloró sobre su cuerpo y lo besó.
2 Luego mandó a sus siervos los médicos que embalsamaran a su padre, y ellos embalsamaron a Israel.
3 Y le guardaron luto cuarenta días, porque ese era el término de luto para los embalsamados, pero los egipcios lo lloraron setenta días.
4 Al término de los días de su luto, José habló con los de la casa del faraón, y les dijo:
«Si soy digno de pedirles un favor, les ruego que hablen con el faraón en mi favor. Díganle de mi parte:
5 “Mi padre me hizo hacerle este juramento: ‘Como ves, ya estoy por morirme. Quiero que me sepultes en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán.’ Así que, permíteme ir a sepultar a mi padre. Luego volveré.”»
6 Y el faraón dijo:
«Ve y sepulta a tu padre, conforme al juramento que le hiciste.»
7 José fue a sepultar a su padre, y lo acompañaron todos los siervos del faraón y los ancianos de su casa, todos los ancianos de la tierra de Egipto,
8 toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre. En la tierra de Gosén se quedaron solamente sus niños, y sus ovejas y sus vacas.
9 También lo acompañaron carros y gente de caballería. La comitiva era muy grande.
10 Cuando llegaron al campo de Atad, que está al otro lado del Jordán, sus lamentos y expresiones de tristeza fueron muy grandes. José, por su parte, hizo duelo por su padre durante siete días.
11 Al ver los cananeos, que habitaban esa región, el llanto que había en el campo de Atad, dijeron: «Grande es el llanto de los egipcios.» Por eso aquel lugar recibió el nombre de «Abel Mizrayin». Este lugar está al otro lado del Jordán.
12 Los hijos de Israel hicieron con él todo lo que él les había ordenado:
13 lo llevaron a la tierra de Canaán y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, al oriente de Mamre, la cual Abrahán le compró a Efrón el hitita, junto con el campo mismo, para que fuera sepultura hereditaria.
14 Después de sepultar a su padre, José volvió a Egipto, junto con sus hermanos y con todos los que lo acompañaron.
Muerte de José
15 Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: «Tal vez José nos odia, y ahora se vengará de todo el mal que le hicimos.»
16 Entonces mandaron a decirle:
«José, antes de que tu padre muriera, nos pidió
17 que te dijéramos de su parte: “Te ruego que perdones la maldad y el pecado de tus hermanos, pues te trataron muy mal.” Por lo tanto, te rogamos que perdones ahora la maldad de estos siervos del Dios de tu padre.»
Y mientras ellos hablaban, José comenzó a llorar.
18 Además, sus hermanos fueron y se arrodillaron delante de él, y le dijeron:
«Aquí nos tienes. Somos tus siervos.»
19 Pero José les respondió:
«No tengan miedo. ¿Acaso estoy en lugar de Dios?
20 Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente.
21 Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos.»
Y los consoló, pues les habló con mucho cariño.
22 Y José vivió en Egipto, junto con la familia de su padre, y llegó a la edad de ciento diez años.
23 Llegó a ver a los hijos de Efraín hasta la tercera generación. También los hijos de Maquir, hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José.
24 Un día, José les dijo a sus hermanos:
«Ya estoy por morir. Pero Dios vendrá a visitarlos, y los sacará de esta tierra para llevarlos a la tierra que prometió dar a Abrahán, Isaac y Jacob.»
25 Y José hizo que los hijos de Israel le juraran, al decirles: «Dios vendrá a visitarlos. Cuando eso sea, ustedes se llevarán de aquí mis huesos.»
26 José murió a la edad de ciento diez años, y fue embalsamado y puesto en un ataúd en Egipto.