Ps 30; 66:8, etc.; Ps 86. És 38.
1 J’aime l’Éternel, car il entend
Ma voix, mes supplications;
2 Car il a penché son oreille vers moi;
Et je l’invoquerai toute ma vie.
3 Les liens de la mort m’avaient environné,
Et les angoisses du sépulcre m’avaient saisi;
J’étais en proie à la détresse et à la douleur.
4 Mais j’invoquai le nom de l’Éternel:
O Éternel, sauve mon âme!
5 L’Éternel est miséricordieux et juste,
Notre Dieu est plein de compassion;
6 L’Éternel garde les simples;
J’étais malheureux, et il m’a sauvé.
7 Mon âme, retourne à ton repos,
Car l’Éternel t’a fait du bien.
8 Oui, tu as délivré mon âme de la mort,
Mes yeux des larmes,
Mes pieds de la chute.
9 Je marcherai devant l’Éternel,
Sur la terre des vivants.
10 J’avais confiance, lorsque je disais: Je suis bien malheureux!
11 Je disais dans mon angoisse:
Tout homme est trompeur.
12 Comment rendrai-je à l’Éternel
Tous ses bienfaits envers moi?
13 J’élèverai la coupe des délivrances,
Et j’invoquerai le nom de l’Éternel;
14 J’accomplirai mes vœux envers l’Éternel,
En présence de tout son peuple.
15 Elle a du prix aux yeux de l’Éternel,
La mort de ceux qui l’aiment.
16 Écoute-moi, ô Éternel! Car je suis ton serviteur,
Ton serviteur, fils de ta servante.
Tu as détaché mes liens.
17 Je t’offrirai un sacrifice d’actions de grâces,
Et j’invoquerai le nom de l’Éternel;
18 J’accomplirai mes vœux envers l’Éternel,
En présence de tout son peuple,
19 Dans les parvis de la maison de l’Éternel,
Au milieu de toi, Jérusalem!
Louez l’Éternel!
Acción de gracias por la salud
1 Yo amo al Señor porque él me escucha,
porque oye mi voz cargada de súplicas.
2 El Señor se digna escucharme;
por eso lo invocaré mientras viva.
3 Los lazos de la muerte me envolvieron,
y me angustié al verme tan cerca del sepulcro;
mi vida era de angustia y de aflicción constante.
4 Pero en el nombre del Señor clamé:
«Señor, ¡te ruego que me salves la vida!»

5 El Señor es justo y compasivo;
nuestro Dios es todo bondad.
6 El Señor protege a la gente sencilla.
Yo estuve muy enfermo, y él me levantó.
7 ¡Alma mía, ya puedes estar tranquila,
porque el Señor me ha tratado con bondad.

8 Tú, Señor, me libraste de la muerte,
enjugaste mis lágrimas y no me dejaste caer.
9 Por eso, Señor, mientras tenga vida,
viviré según tu voluntad.

10 Yo tenía fe, aun cuando dije:
«¡Es muy grande mi aflicción!»
11 Era tal mi desesperación, que exclamé:
«¡No hay nadie digno de confianza!»

12 ¿Con qué voy a pagarle al Señor
tantas bendiciones que de él he recibido?
13 ¡Solo ofreciendo libaciones por su salvación,
e invocando el nombre del Señor!
14 ¡Solo cumpliendo al Señor mis promesas
en presencia de todo su pueblo!

15 A los ojos del Señor es muy valiosa
la muerte de quienes lo aman.
16 Señor, yo soy tu siervo;
mi madre fue tu sierva, y yo también lo soy,
pues me libraste de mis cadenas.
17 El sacrificio que te ofrezco es mi alabanza;
voy, Señor, a proclamar tu nombre.
18 Voy a cumplirte mis promesas
en presencia de todo tu pueblo,
19 en los atrios de tu templo, Señor;
¡en medio de ti, ciudad de Jerusalén!

¡Aleluya!