Jesús se aparece a siete de sus discípulos
1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos, junto al lago de Tiberias; y lo hizo de esta manera:
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, conocido como el Dídimo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.
3 Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Ellos le dijeron: «También nosotros vamos contigo.» Fueron, y entraron en una barca; pero aquella noche no pescaron nada.
4 Cuando ya estaba amaneciendo, Jesús se presentó en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús.
5 Y él les dijo: «Hijitos, ¿tienen algo de comer?» Le respondieron: «No».
6 Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca, y hallarán.» Ellos echaron la red, y eran tantos los pescados que ya no la podían sacar.
7 Entonces el discípulo a quien Jesús amaba le dijo a Pedro: «¡Es el Señor!» Y cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se puso la ropa (porque se había despojado de ella) y se echó al mar.
8 Los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban como a noventa metros de la orilla.
9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, un pescado encima de ellas, y pan.
10 Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de pescar.»
11 Simón Pedro salió del agua y sacó la red a tierra, llena de grandes pescados. Eran ciento cincuenta y tres, y a pesar de ser tantos la red no se rompió.
12 Jesús les dijo: «Vengan a comer.» Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Tú, quién eres?», pues sabían que era el Señor.
13 Entonces, Jesús tomó el pan y les dio de él, lo mismo que del pescado.
14 Esta era la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.
Apacienta mis ovejas
15 Cuando terminaron de comer, Jesús le dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos?» Le respondió: «Sí, Señor; tú sabes que te quiero.» Él le dijo: «Apacienta mis corderos.»
16 Volvió a decirle por segunda vez: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?» Pedro le respondió: «Sí, Señor; tú sabes que te quiero.» Le dijo: «Pastorea mis ovejas.»
17 Y la tercera vez le dijo: «Simón, hijo de Jonás, ¿me quieres?» Pedro se entristeció de que la tercera vez le dijera «¿Me quieres?», y le respondió: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas.
18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te vestías e ibas a donde querías; pero cuando ya seas viejo, extenderás tus manos y te vestirá otro, y te llevará a donde no quieras.»
19 Jesús dijo esto, para dar a entender con qué muerte glorificaría a Dios. Y dicho esto, añadió: «Sígueme».
El discípulo amado
20 Al volverse Pedro, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y que le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te entregará?»
21 Cuando Pedro lo vio, le dijo a Jesús: «Señor, ¿y este, qué?»
22 Jesús le dijo: «Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»
23 De allí surgió la idea entre los hermanos de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría. Solo le dijo: «Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?»
24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y que las ha escrito. Y sabemos que su testimonio es verdadero.
25 Jesús también hizo muchas otras cosas, las cuales, si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
1 Depois disso, manifestou-se Jesus outra vez aos discípulos, junto ao mar de Tiberíades; e manifestou-se assim: 2 estavam juntos Simão Pedro, e Tomé, chamado Dídimo, e Natanael, que era de Caná da Galileia, e os filhos de Zebedeu, e outros dois dos seus discípulos. 3 Disse-lhes Simão Pedro: Vou pescar. Disseram-lhe eles: Também nós vamos contigo. Foram, e subiram logo para o barco, e naquela noite nada apanharam.
4 E, sendo já manhã, Jesus se apresentou na praia, mas os discípulos não conheceram que era Jesus. 5 Disse-lhes, pois, Jesus: Filhos, tendes alguma coisa de comer? Responderam-lhe: Não. 6 E ele lhes disse: Lançai a rede à direita do barco e achareis. Lançaram-na, pois, e já não a podiam tirar, pela multidão dos peixes. 7 Então, aquele discípulo a quem Jesus amava disse a Pedro: É o Senhor. E, quando Simão Pedro ouviu que era o Senhor, cingiu-se com a túnica (porque estava nu) e lançou-se ao mar. 8 E os outros discípulos foram com o barco (porque não estavam distantes da terra senão quase duzentos côvados), levando a rede cheia de peixes.
9 Logo que saltaram em terra, viram ali brasas, e um peixe posto em cima, e pão. 10 Disse-lhes Jesus: Trazei dos peixes que agora apanhastes. 11 Simão Pedro subiu e puxou a rede para terra, cheia de cento e cinquenta e três grandes peixes; e, sendo tantos, não se rompeu a rede. 12 Disse-lhes Jesus: Vinde, jantai. E nenhum dos discípulos ousava perguntar-lhe: Quem és tu? Porque sabiam que era o Senhor. 13 Chegou, pois, Jesus, e tomou o pão, e deu-lho, e, semelhantemente, o peixe. 14 E já era a terceira vez que Jesus se manifestava aos seus discípulos depois de ter ressuscitado dos mortos.
15 E, depois de terem jantado, disse Jesus a Simão Pedro: Simão, filho de Jonas, amas-me mais do que estes? E ele respondeu: Sim, Senhor; tu sabes que te amo. Disse-lhe: Apascenta os meus cordeiros. 16 Tornou a dizer-lhe segunda vez: Simão, filho de Jonas, amas-me? Disse-lhe: Sim, Senhor; tu sabes que te amo. Disse-lhe: Apascenta as minhas ovelhas. 17 Disse-lhe terceira vez: Simão, filho de Jonas, amas-me? Simão entristeceu-se por lhe ter dito terceira vez: Amas-me? E disse-lhe: Senhor, tu sabes tudo; tu sabes que eu te amo. Jesus disse-lhe: Apascenta as minhas ovelhas. 18 Na verdade, na verdade te digo que, quando eras mais moço, te cingias a ti mesmo e andavas por onde querias: mas, quando já fores velho, estenderás as mãos, e outro te cingirá e te levará para onde tu não queiras. 19 E disse isso significando com que morte havia ele de glorificar a Deus. E, dito isso, disse-lhe: Segue-me. 20 E Pedro, voltando-se, viu que o seguia aquele discípulo a quem Jesus amava, e que na ceia se recostara também sobre o seu peito, e que dissera: Senhor, quem é que te há de trair? 21 Vendo Pedro a este, disse a Jesus: Senhor, e deste que será? 22 Disse-lhe Jesus: Se eu quero que ele fique até que eu venha, que te importa a ti? Segue-me tu. 23 Divulgou-se, pois, entre os irmãos o dito de que aquele discípulo não havia de morrer. Jesus, porém, não lhe disse que não morreria, mas: Se eu quero que ele fique até que eu venha, que te importa a ti?
24 Este é o discípulo que testifica dessas coisas e as escreveu; e sabemos que o seu testemunho é verdadeiro.
25 Há, porém, ainda muitas outras coisas que Jesus fez; e, se cada uma das quais fosse escrita, cuido que nem ainda o mundo todo poderia conter os livros que se escrevessem. Amém!