Excelencias de la ley de Dios
Álef
1 Dichosos los de conducta perfecta,
los que siguen las enseñanzas del Señor.
2 Dichosos los que cumplen sus testimonios,
y lo buscan de todo corazón.
3 Ellos no cometen ninguna maldad,
porque van por los caminos del Señor.
4 Tú, Señor, has ordenado
que se cumplan bien tus mandamientos.
5 ¡Cómo quisiera ordenar mis caminos
para cumplir con tus estatutos!
6 Así no sentiría yo vergüenza
de atender a todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con un corazón sincero
cuando haya aprendido tus justas sentencias.
8 Quiero obedecer tus estatutos;
¡no me abandones del todo!
Bet
9 ¿Cómo puede el joven limpiar su camino?
¡Obedeciendo tu palabra!
10 Yo te he buscado de todo corazón;
¡no dejes que me aparte de tus mandamientos!
11 En mi corazón he atesorado tus palabras,
para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, Señor!
¡Permíteme aprender tus estatutos!
13 Con mis labios siempre proclamo
todas las sentencias que has dictado.
14 Me alegra seguir el camino de tus testimonios
más que poseer muchas riquezas.
15 Siempre medito en tus mandamientos,
y fijo mi atención en tus sendas.
16 Mi alegría es el cumplir tus estatutos;
¡nunca me olvido de tus palabras!
Guímel
17 Concédele a tu siervo una larga vida,
y obedecer siempre tu palabra.
18 Ábreme los ojos para contemplar
las grandes maravillas de tus enseñanzas.
19 En este mundo estoy de paso;
¡no escondas de mí tus mandamientos!
20 Con ansias anhela mi alma
conocer en todo tiempo tus sentencias.
21 Tú reprendes a los soberbios y malvados
que se apartan de tus mandamientos.
22 Aparta de mí la vergüenza y el desprecio,
porque yo he cumplido con tus testimonios.
23 Los magnates se reunieron para condenarme,
pero este siervo tuyo meditaba en tus estatutos.
24 Yo me deleito en tus testimonios,
porque son mis mejores consejeros.
Dálet
25 Me siento totalmente desanimado;
¡infúndeme vida, conforme a tu palabra!
26 Te he contado mis planes, y me has respondido;
ahora dame a conocer tus estatutos.
27 Hazme entender cómo andar en tus mandatos,
para que medite yo en tus maravillas.
28 La ansiedad me corroe el alma;
¡susténtame con tu palabra!
29 Apártame de andar tras la mentira,
y en tu misericordia enséñame tu ley.
30 Yo he escogido seguirte fielmente;
y tengo presentes tus sentencias.
31 Señor, yo me ciño a tus testimonios;
¡no permitas que sea yo avergonzado!
32 Quiero seguir la senda de tus mandamientos,
porque tú le das libertad a mi corazón.
He
33 Señor, guíame por el camino de tus estatutos,
y yo los obedeceré hasta el fin.
34 Hazme entender tu ley, para cumplirla;
la obedeceré de todo corazón.
35 Encamíname hacia tus mandamientos,
porque en ellos me deleito.
36 Inclina mi corazón hacia tus testimonios,
y no hacia la avaricia.
37 Aparta mis ojos de los dioses falsos,
y dame vida para andar contigo.
38 Confirma tu palabra a tu siervo,
porque este siervo tuyo te honra.
39 Aléjame del temor a la deshonra,
porque tú eres bondadoso en tus juicios.
40 Ansío conocer tus mandamientos;
¡dame vida conforme a tu justicia!
Vau
41 Señor, ten misericordia de mí,
y envíame tu salvación, como lo has prometido.
42 Así responderé a los que se burlan de mí,
que yo he puesto en ti mi confianza.
43 No quites de mis labios la verdad de tu palabra,
pues he puesto mi esperanza en tu justicia.
44 Yo cumpliré siempre tu ley,
desde ahora y para siempre.
45 Solo así seré completamente libre,
pues he buscado seguir tus mandamientos.
46 En presencia de reyes hablaré de tus testimonios,
y no tendré de qué avergonzarme.
47 Tus mandamientos son mi alegría,
porque los amo profundamente.
48 Con amor levanto mis manos hacia tus mandamientos,
y medito en tus estatutos.
Záyin
49 Recuerda las promesas que me hiciste,
en las cuales he puesto mi esperanza.
50 En mi aflicción, ellas son mi consuelo;
pues tu palabra me infunde nueva vida.
51 Los soberbios se burlan mucho de mí,
pero ni así me aparto de tu ley.
52 Mi consuelo, Señor, es recordar
que tu justicia es siempre la misma.
53 Me horroriza pensar que hay malvados
que se mantienen alejados de tu ley.
54 Aunque en este mundo estoy de paso,
mis canciones son tus estatutos.
55 Por las noches pienso en ti, Señor,
pues quiero obedecer tu ley.
56 Esto es lo que me ha tocado:
poner en práctica tus mandamientos.
Jet
57 Señor, tú eres todo lo que tengo,
y prometo que obedeceré tu palabra.
58 De todo corazón busco tu presencia;
ten compasión de mí, conforme a tu promesa.
59 He estado pensando en mis acciones,
y decidí encaminar mis pies hacia tus estatutos.
60 Voy a darme prisa, y sin tardanza
cumpliré con tus mandamientos.
61 Me hallo sujeto a gente sin piedad,
pero no me olvido de tu ley.
62 Me levanto a medianoche, y te alabo
porque tus juicios son rectos.
63 Soy amigo de todos los que te honran,
de todos los que obedecen tus preceptos.
64 Señor, tu misericordia llena la tierra;
¡enséñame tus decretos!
Tet
65 Señor, tú has tratado con bondad a tu siervo,
de acuerdo a lo que le prometiste.
66 Enséñame a tener sabiduría y buen juicio,
pues yo creo en tus mandamientos.
67 Antes de sufrir, yo andaba descarriado;
pero ahora obedezco tu palabra.
68 Tú eres bueno, y me tratas bien;
enséñame tus estatutos.
69 Gente arrogante inventa mentiras en mi contra,
pero yo cumplo tus mandamientos de todo corazón.
70 Esa gente tiene el corazón insensible,
pero yo me regocijo con tu ley.
71 Me convino que me hayas castigado,
porque así pude aprender tus estatutos.
72 Para mí, es mejor la ley que mana de tus labios
que miles de monedas de oro y plata.
Yod
73 Tú, con tus propias manos me formaste;
dame la capacidad de comprender tus mandamientos.
74 Cuando me vean los que te honran, se alegrarán,
porque en tu palabra he puesto mi esperanza.
75 Señor, yo sé que tus juicios son justos,
y que por tu fidelidad me afligiste.
76 Muéstrame tu misericordia, y ven a consolarme,
pues esa fue tu promesa a este siervo tuyo.
77 Compadécete de mí, y viviré,
pues en tu ley encuentro mi deleite.
78 Avergüenza a esos arrogantes que me calumnian;
por mi parte, yo meditaré en tus mandamientos.
79 Que se unan a mí aquellos que te honran,
aquellos que conocen tus testimonios.
80 Perfecciona mi corazón con tus estatutos,
para que no tenga de qué avergonzarme.
Caf
81 Siento que me muero esperando tu salvación,
pero sigo confiando en tu palabra.
82 Los ojos se me apagan esperando tu promesa,
y me pregunto: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
83 Me siento tan inútil como un odre viejo,
pero tengo presentes tus estatutos.
84 ¿Cuántos años más me quedan de vida?
¿Cuándo dictarás sentencia contra mis enemigos?
85 Gente altanera me ha tendido trampas,
pues no actúa de acuerdo con tu ley.
86 Todos tus mandamientos son verdaderos;
¡ayúdame, porque sin razón soy perseguido!
87 Poco ha faltado para que me derriben,
pero ni así me he apartado de tus mandamientos.
88 ¡Dame vida, conforme a tu misericordia,
para que cumpla los testimonios que has emitido!
Lámed
89 Señor, tu palabra es eterna,
y permanece firme como los cielos.
90 Tu fidelidad es la misma por todas las edades;
tú afirmaste la tierra, y esta permanece firme.
91 Por tus decretos, todo subsiste hoy,
y todo está a tu servicio.
92 Si en tu ley no hallara mi regocijo,
la aflicción ya habría acabado conmigo.
93 Jamás me olvidaré de tus mandamientos,
porque con ellos me has devuelto la vida.
94 Mi vida te pertenece; ¡sálvame, Señor,
pues yo estudio tus mandamientos!
95 Los malvados buscan cómo destruirme,
pero yo trato de entender tus testimonios.
96 He visto que aun lo perfecto se acaba,
pero tus mandamientos son eternos.
Mem
97 ¡Cuánto amo yo tus enseñanzas!
¡Todo el día medito en ellas!
98 Me has hecho más sabio que a mis perseguidores,
porque tus enseñanzas están siempre conmigo.
99 Entiendo más que mis maestros,
porque tus testimonios son mi meditación.
100 Comprendo mejor que los ancianos,
porque obedezco tus mandamientos.
101 Me he apartado de todo mal camino,
para obedecer tu palabra.
102 No me he apartado de tus juicios
porque eres tú quien me dirige.
103 ¡Cuán dulces son tus palabras en mi boca!
¡Son más dulces que la miel en mis labios!
104 Tus mandamientos me han dado inteligencia;
por eso odio toda senda de mentira.
Nun
105 Tu palabra es una lámpara a mis pies;
¡es la luz que ilumina mi camino!
106 Me comprometí, y no me arrepiento:
voy a obedecer tus justas sentencias.
107 Señor, me encuentro muy afligido;
dame vida, conforme a tu promesa.
108 Señor, espero que te agraden mis votos;
enséñame a entender tus juicios.
109 Mi vida está siempre en peligro,
pero yo no me olvido de tu ley.
110 Gente malvada me ha tendido trampas,
pero yo no me he apartado de tus mandamientos.
111 Tengo tu palabra como herencia eterna,
porque ella me alegra el corazón.
112 De corazón me dispongo a cumplir tus estatutos
siempre, hasta el fin de mis días.
Sámej
113 No soporto a la gente hipócrita,
pero amo tus enseñanzas.
114 Tú eres mi escondite; eres mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
115 Ustedes los malhechores: ¡apártense de mí,
que quiero obedecer los mandamientos de mi Dios!
116 Aliméntame con tu palabra, y viviré;
¡no permitas que se frustre mi esperanza!
117 Sostenme, y estaré a salvo,
y siempre me alegraré en tus estatutos.
118 Tú humillas a los que se apartan de tus estatutos,
porque su astucia es pura falsedad.
119 Consumes como a basura a todos los malvados,
por eso yo amo tus testimonios.
120 Todo mi ser se estremece de temor;
¡tiemblo a causa de tus sentencias!
Ayin
121 Yo practico el derecho y la justicia;
¡no me dejes caer en poder de mis enemigos!
122 Trata con bondad a este siervo tuyo;
que no se aprovechen de mí los soberbios.
123 Mis ojos desfallecen esperando que me salves,
y que con tu palabra me hagas justicia.
124 Trátame con misericordia,
y enséñame tus estatutos.
125 Yo soy tu siervo, y quiero entender
y llegar a conocer tus testimonios.
126 Señor, ¡llegó el momento de que actúes,
pues los malvados han anulado tu ley!
127 Por eso yo amo tus mandamientos,
porque son mejores que el oro más puro.
128 Yo estimo la rectitud y pureza de tus mandamientos;
por eso me he alejado de la senda de mentira.
Pe
129 Tus testimonios son admirables;
por eso son el tesoro de mi alma.
130 La enseñanza de tus palabras ilumina;
y hasta la gente sencilla las entiende.
131 Grandes son mi sed y mis ansias
por recibir y entender tus mandamientos.
132 Mírame, y ten misericordia de mí,
como la tienes con quienes te aman.
133 Ordena mis pasos con tu palabra,
para que el pecado no me domine.
134 Protégeme de los hombres violentos,
porque deseo obedecer tus mandamientos.
135 Alumbra con tu presencia a este siervo tuyo,
y enséñame tus estatutos.
136 De mis ojos brota el llanto a mares,
porque hay gente que no obedece tu ley.
Tsade
137 Tú, Señor, eres justo,
y tus sentencias son rectas.
138 Los mandamientos que nos has dado
son también justos y verdaderos.
139 Pero el enojo me consume,
porque mis enemigos olvidaron tu palabra.
140 Tu palabra es todo pureza;
por eso yo, tu siervo, la amo.
141 Yo soy insignificante, y nada valgo,
pero no me olvido de tus mandamientos.
142 Tu justicia es siempre justa,
y tu ley es la verdad.
143 La aflicción y la angustia me dominan,
pero el gozo de tus mandamientos me levanta.
144 Tus testimonios son siempre justos;
dame entendimiento y viviré.
Cof
145 Señor, yo te llamo con todo el corazón;
¡respóndeme, y cumpliré tus estatutos!
146 ¡Sálvame, pues a ti elevo mi clamor!
¡Quiero obedecer tus testimonios!
147 Clamo a ti antes de que amanezca,
y me quedo esperando tu respuesta.
148 Me mantengo despierto toda la noche
para meditar en tus mandatos.
149 Señor, escúchame, por tu misericordia;
¡dame vida, conforme a tu justicia!
150 Mis malvados perseguidores ya están cerca,
pero de tu ley están muy lejos.
151 Pero tú, Señor, sí estás muy cerca,
y todos tus mandamientos son verdad.
152 Hace tiempo llegué a conocer tus mandatos,
los cuales estableciste para la eternidad.
Resh
153 Mira mi aflicción, y ven a salvarme,
pues no me he olvidado de tu ley.
154 ¡Defiéndeme, y ponme a salvo!
¡Dame vida con tu palabra!
155 Los malvados están lejos de tu salvación,
porque no buscan tus estatutos.
156 Señor, tú eres muy bondadoso;
¡dame vida de acuerdo a tu justicia!
157 Son muchos los enemigos que me persiguen,
pero yo no me aparto de tus testimonios.
158 No soporto ver a esos traidores,
porque no obedecen tus palabras.
159 Señor, ¡mira cuánto amo tus mandamientos!
¡Dame vida, conforme a tu misericordia!
160 La verdad es la esencia de tu palabra,
y tus juicios son siempre justos.
Shin
161 Los poderosos me persiguen sin motivo,
pero yo respeto y honro tu palabra.
162 Es tal la alegría que me causa tu palabra
que es como hallar un gran tesoro.
163 No soporto la mentira. ¡La aborrezco!
Pero amo tus enseñanzas.
164 Siete veces al día te alabo
porque tus juicios son siempre justos.
165 Los que aman tu ley viven en completa paz,
porque saben que no tropezarán.
166 Señor, espero que me salves;
mientras viva, cumpliré tus mandamientos.
167 Toda mi vida he obedecido tus estatutos,
pues son el gran amor de mi vida.
168 He cumplido tus mandamientos y tus testimonios
pues tú sabes todo lo que hago.
Tav
169 Señor, ¡escucha mi clamor!
¡Dame entendimiento, conforme a tu palabra!
170 ¡Que llegue mi oración a tu presencia!
¡Líbrame, como lo has prometido!
171 De mis labios se desbordará la alabanza
cuando me hayas enseñado tus estatutos.
172 Con mis labios proclamaré tu palabra,
porque todos tus mandamientos son justos.
173 Extiende tu mano para socorrerme,
porque he elegido obedecer tus mandamientos.
174 Señor, yo espero que me salves,
porque me deleito en tu ley.
175 Concédeme vida para alabarte,
y sosténme con tus juicios.
176 Ando sin rumbo, como oveja perdida;
¡ven en busca de este siervo tuyo
que no ha olvidado tus mandamientos!
A excelência da lei do Senhor e a felicidade daquele que a observa
Álefe.
1 Bem-aventurados os que trilham caminhos retos e andam na lei do Senhor. 2 Bem-aventurados os que guardam os seus testemunhos e o buscam de todo o coração. 3 E não praticam iniquidade, mas andam em seus caminhos. 4 Tu ordenaste os teus mandamentos, para que diligentemente os observássemos. 5 Tomara que os meus caminhos sejam dirigidos de maneira a poder eu observar os teus estatutos. 6 Então, não ficaria confundido, atentando eu para todos os teus mandamentos. 7 Louvar-te-ei com retidão de coração, quando tiver aprendido os teus justos juízos. 8 Observarei os teus estatutos; não me desampares totalmente.
Bete.
9 Como purificará o jovem o seu caminho? Observando-o conforme a tua palavra. 10 De todo o meu coração te busquei; não me deixes desviar dos teus mandamentos. 11 Escondi a tua palavra no meu coração, para eu não pecar contra ti. 12 Bendito és tu, ó Senhor! Ensina-me os teus estatutos. 13 Com os meus lábios declarei todos os juízos da tua boca. 14 Folgo mais com o caminho dos teus testemunhos do que com todas as riquezas. 15 Em teus preceitos meditarei e olharei para os teus caminhos. 16 Alegrar-me-ei nos teus estatutos; não me esquecerei da tua palavra.
Guímel.
17 Faze bem ao teu servo, para que viva e observe a tua palavra. 18 Desvenda os meus olhos, para que veja as maravilhas da tua lei. 19 Sou peregrino na terra; não escondas de mim os teus mandamentos. 20 A minha alma está quebrantada de desejar os teus juízos em todo o tempo. 21 Tu repreendeste asperamente os soberbos, amaldiçoados, que se desviam dos teus mandamentos. 22 Tira de sobre mim o opróbrio e o desprezo, pois guardei os teus testemunhos. 23 Enquanto os príncipes se conluiavam e falavam contra mim, o teu servo meditava nos teus estatutos. 24 Também os teus testemunhos são o meu prazer e os meus conselheiros.
Dálete.
25 A minha alma está pegada ao pó; vivifica-me segundo a tua palavra. 26 Meus caminhos te descrevi, e tu me ouviste; ensina-me os teus estatutos. 27 Faze-me entender o caminho dos teus preceitos; assim, falarei das tuas maravilhas. 28 A minha alma consome-se de tristeza; fortalece-me segundo a tua palavra. 29 Desvia de mim o caminho da falsidade e concede-me piedosamente a tua lei. 30 Escolhi o caminho da verdade; propus-me seguir os teus juízos. 31 Apego-me aos teus testemunhos; ó Senhor, não me confundas. 32 Correrei pelo caminho dos teus mandamentos, quando dilatares o meu coração.
Hê.
33 Ensina-me, ó Senhor, o caminho dos teus estatutos, e guardá-lo-ei até o fim. 34 Dá-me entendimento, e guardarei a tua lei e observá-la-ei de todo o coração. 35 Faze-me andar na verdade dos teus mandamentos, porque nela tenho prazer. 36 Inclina o meu coração a teus testemunhos e não à cobiça. 37 Desvia os meus olhos de contemplarem a vaidade e vivifica-me no teu caminho. 38 Confirma a tua promessa ao teu servo, que se inclina ao teu temor. 39 Desvia de mim o opróbrio que temo, pois os teus juízos são bons. 40 Eis que tenho desejado os teus preceitos; vivifica-me por tua justiça.
Vau.
41 Venham também sobre mim as tuas misericórdias, ó Senhor, e a tua salvação, segundo a tua palavra. 42 Assim, terei que responder ao que me afronta, pois confio na tua palavra. 43 E de minha boca não tires nunca de todo a palavra de verdade, pois me atenho aos teus juízos. 44 Assim, observarei de contínuo a tua lei, para sempre e eternamente. 45 E andarei em liberdade, pois busquei os teus preceitos. 46 Também falarei dos teus testemunhos perante os reis e não me envergonharei. 47 E alegrar-me-ei em teus mandamentos, que eu amo. 48 Também levantarei as minhas mãos para os teus mandamentos, que amo, e meditarei nos teus estatutos.
Zain.
49 Lembra-te da palavra dada ao teu servo, na qual me fizeste esperar. 50 Isto é a minha consolação na minha angústia, porque a tua palavra me vivificou. 51 Os soberbos zombaram grandemente de mim; apesar disso, não me desviei da tua lei. 52 Lembrei-me dos teus juízos antiquíssimos, ó Senhor, e, assim, me consolei. 53 Grande indignação se apoderou de mim, por causa dos ímpios que abandonam a tua lei. 54 Os teus estatutos têm sido os meus cânticos no lugar das minhas peregrinações. 55 De noite, me lembrei do teu nome, ó Senhor, e observei a tua lei. 56 Isto fiz eu, porque guardei os teus mandamentos.
Hete.
57 O Senhor é a minha porção; eu disse que observaria as tuas palavras. 58 Implorei deveras o teu favor de todo o meu coração; tem piedade de mim, segundo a tua palavra. 59 Considerei os meus caminhos e voltei os meus pés para os teus testemunhos. 60 Apressei-me e não me detive a observar os teus mandamentos. 61 Bandos de ímpios me despojaram; apesar disso, eu não me esqueci da tua lei. 62 À meia-noite, me levantarei para te louvar pelos teus justos juízos. 63 Companheiro sou de todos os que te temem e dos que guardam os teus preceitos. 64 A terra, ó Senhor, está cheia da tua benignidade; ensina-me os teus estatutos.
Tete.
65 Fizeste bem ao teu servo, Senhor, segundo a tua palavra. 66 Ensina-me bom juízo e ciência, pois cri nos teus mandamentos. 67 Antes de ser afligido, andava errado; mas agora guardo a tua palavra. 68 Tu és bom e abençoador; ensina-me os teus estatutos. 69 Os soberbos forjaram mentiras contra mim; mas eu de todo o coração guardarei os teus preceitos. 70 Engrossa-se-lhes o coração como gordura, mas eu me alegro na tua lei. 71 Foi- me bom ter sido afligido, para que aprendesse os teus estatutos. 72 Melhor é para mim a lei da tua boca do que inúmeras riquezas em ouro ou prata.
Iode.
73 As tuas mãos me fizeram e me afeiçoaram; dá-me inteligência para que aprenda os teus mandamentos. 74 Os que te temem alegraram-se quando me viram, porque tenho esperado na tua palavra. 75 Bem sei eu, ó Senhor, que os teus juízos são justos e que em tua fidelidade me afligiste. 76 Sirva, pois, a tua benignidade para me consolar, segundo a palavra que deste ao teu servo. 77 Venham sobre mim as tuas misericórdias, para que viva, pois a tua lei é a minha delícia. 78 Confundam-se os soberbos, pois me trataram de uma maneira perversa, sem causa; mas eu meditarei nos teus preceitos. 79 Voltem-se para mim os que te temem e aqueles que têm conhecido os teus testemunhos. 80 Seja reto o meu coração para com os teus estatutos, para que eu não seja confundido.
Cafe.
81 Desfaleceu a minha alma, esperando por tua salvação; mas confiei na tua palavra. 82 Os meus olhos desfaleceram, esperando por tua promessa; entretanto, dizia: Quando me consolarás tu? 83 Pois fiquei como odre na fumaça; mas não me esqueci dos teus estatutos. 84 Quantos serão os dias do teu servo? Quando me farás justiça contra os que me perseguem? 85 Os soberbos abriram covas para mim, o que não é conforme a tua lei. 86 Todos os teus mandamentos são verdade; com mentiras me perseguem; ajuda-me! 87 Quase que me têm consumido sobre a terra; mas eu não deixei os teus preceitos. 88 Vivifica-me segundo a tua benignidade; então, guardarei o testemunho da tua boca.
Lâmede.
89 Para sempre, ó Senhor, a tua palavra permanece no céu. 90 A tua fidelidade estende-se de geração a geração; tu firmaste a terra, e firme permanece. 91 Conforme o que ordenaste, tudo se mantém até hoje; porque todas as coisas te obedecem. 92 Se a tua lei não fora toda a minha alegria, há muito que teria perecido na minha angústia. 93 Nunca me esquecerei dos teus preceitos, pois por eles me tens vivificado. 94 Sou teu, salva-me; pois tenho buscado os teus preceitos. 95 Os ímpios me esperam para me destruírem, mas eu atentarei para os teus testemunhos. 96 A toda perfeição vi limite, mas o teu mandamento é amplíssimo.
Mem.
97 Oh! Quanto amo a tua lei! É a minha meditação em todo o dia! 98 Tu, pelos teus mandamentos, me fazes mais sábio que meus inimigos, pois estão sempre comigo. 99 Tenho mais entendimento do que todos os meus mestres, porque medito nos teus testemunhos. 100 Sou mais prudente do que os velhos, porque guardo os teus preceitos. 101 Desviei os meus pés de todo caminho mau, para observar a tua palavra. 102 Não me apartei dos teus juízos, porque tu me ensinaste. 103 Oh! Quão doces são as tuas palavras ao meu paladar! Mais doces do que o mel à minha boca. 104 Pelos teus mandamentos, alcancei entendimento; pelo que aborreço todo falso caminho.
Nun.
105 Lâmpada para os meus pés é tua palavra e luz, para o meu caminho. 106 Jurei e cumprirei que hei de guardar os teus justos juízos. 107 Estou aflitíssimo; vivifica-me, ó Senhor, segundo a tua palavra. 108 Aceita, Senhor, eu te rogo, as oferendas voluntárias da minha boca; ensina-me os teus juízos. 109 A minha alma está de contínuo nas minhas mãos; todavia, não me esqueço da tua lei. 110 Os ímpios me armaram laço; contudo, não me desviei dos teus preceitos. 111 Os teus testemunhos tenho eu tomado por herança para sempre, pois são o gozo do meu coração. 112 Inclinei o meu coração a guardar os teus estatutos, para sempre, até ao fim.
Sâmeque.
113 Aborreço a duplicidade, mas amo a tua lei. 114 Tu és o meu refúgio e o meu escudo; espero na tua palavra. 115 Apartai-vos de mim, malfeitores, para que guarde os mandamentos do meu Deus. 116 Sustenta-me conforme a tua palavra, para que viva, e não me deixes envergonhado da minha esperança. 117 Sustenta-me, e serei salvo e de contínuo me alegrarei nos teus estatutos. 118 Tu desprezas a todos os que se desviam dos teus estatutos, pois o engano deles é falsidade. 119 Tu tiraste da terra, como escórias, a todos os ímpios; pelo que amo os teus testemunhos. 120 O meu corpo se arrepiou com temor de ti, e temi os teus juízos.
Ain.
121 Fiz juízo e justiça; não me entregues aos meus opressores. 122 Fica por fiador do teu servo para o bem; não deixes que os soberbos me oprimam. 123 Os meus olhos desfaleceram, esperando por tua salvação e pela promessa da tua justiça. 124 Trata com o teu servo segundo a tua benignidade e ensina-me os teus estatutos. 125 Sou teu servo; dá-me inteligência, para entender os teus testemunhos. 126 Já é tempo de operares, ó Senhor, pois eles têm quebrantado a tua lei. 127 Pelo que amo os teus mandamentos mais do que o ouro, e ainda mais do que o ouro fino. 128 Por isso, tenho, em tudo, como retos todos os teus preceitos e aborreço toda falsa vereda.
Pê.
129 Maravilhosos são os teus testemunhos; por isso, a minha alma os guarda. 130 A exposição das tuas palavras dá luz e dá entendimento aos símplices. 131 Abri a boca e respirei, pois que desejei os teus mandamentos. 132 Olha para mim e tem piedade de mim, conforme usas com os que amam o teu nome. 133 Ordena os meus passos na tua palavra, e não se apodere de mim iniquidade alguma. 134 Livra-me da opressão do homem; assim, guardarei os teus preceitos. 135 Faze resplandecer o teu rosto sobre o teu servo e ensina-me os teus estatutos. 136 Rios de águas correm dos meus olhos, porque os homens não guardam a tua lei.
Tsadê.
137 Justo és, ó Senhor, e retos são os teus juízos. 138 Os teus testemunhos, que ordenaste, são retos e muito fiéis. 139 O meu zelo me consumiu, porque os meus inimigos se esqueceram da tua palavra. 140 A tua palavra é muito pura; por isso, o teu servo a ama. 141 Pequeno sou e desprezado, mas não me esqueço dos teus mandamentos. 142 A tua justiça é uma justiça eterna, e a tua lei é a verdade. 143 Aperto e angústia se apoderam de mim; não obstante, os teus mandamentos são o meu prazer. 144 A justiça dos teus testemunhos é eterna; dá-me inteligência, e viverei.
Cofe.
145 Clamei de todo o meu coração; escuta-me, Senhor, e guardarei os teus estatutos. 146 A ti te invoquei; salva-me, e guardarei os teus testemunhos. 147 Antecipei-me à alva da manhã e clamei; esperei na tua palavra. 148 Os meus olhos anteciparam-me às vigílias da noite, para meditar na tua palavra. 149 Ouve a minha voz, segundo a tua benignidade; vivifica-me, ó Senhor, segundo o teu juízo. 150 Aproximam-se os que seguem aos malvados; afastam-se da tua lei. 151 Tu estás perto, ó Senhor, e todos os teus mandamentos são a verdade. 152 Acerca dos teus testemunhos eu soube, desde a antiguidade, que tu os fundaste para sempre.
Rexe.
153 Olha para a minha aflição e livra-me, pois não me esqueci da tua lei. 154 Pleiteia a minha causa e livra-me; vivifica-me, segundo a tua palavra. 155 A salvação está longe dos ímpios, pois não buscam os teus estatutos. 156 Muitas são, ó Senhor, as tuas misericórdias; vivifica-me, segundo os teus juízos. 157 Muitos são os meus perseguidores e os meus inimigos; mas não me desvio dos teus testemunhos. 158 Vi os transgressores e me afligi, porque não observam a tua palavra. 159 Considera como amo os teus preceitos; vivifica-me, ó Senhor, segundo a tua benignidade. 160 A tua palavra é a verdade desde o princípio, e cada um dos teus juízos dura para sempre.
Chim.
161 Príncipes me perseguiram sem causa, mas o meu coração temeu a tua palavra. 162 Folgo com a tua palavra, como aquele que acha um grande despojo. 163 Abomino e aborreço a falsidade, mas amo a tua lei. 164 Sete vezes no dia te louvo pelos juízos da tua justiça. 165 Muita paz têm os que amam a tua lei, e para eles não tropeço. 166 Senhor, tenho esperado na tua salvação e tenho cumprido os teus mandamentos. 167 A minha alma tem observado os teus testemunhos; amo-os extremamente. 168 Tenho observado os teus preceitos e os teus testemunhos, porque todos os meus caminhos estão diante de ti.
Tau.
169 Chegue a ti o meu clamor, ó Senhor; dá-me entendimento conforme a tua palavra. 170 Chegue a minha súplica perante a tua face; livra-me segundo a tua palavra. 171 Os meus lábios proferiram o louvor, quando me ensinaste os teus estatutos. 172 A minha língua falará da tua palavra, pois todos os teus mandamentos são justiça. 173 Venha a tua mão socorrer-me, pois escolhi os teus preceitos. 174 Tenho desejado a tua salvação, ó Senhor; a tua lei é todo o meu prazer. 175 Viva a minha alma e louvar-te-á; ajudem-me os teus juízos. 176 Desgarrei-me como a ovelha perdida; busca o teu servo, pois não me esqueci dos teus mandamentos.