إنشقاق مملكة إسرائيل
(2أخ 10‏:1‏-15)
1 وذهَبَ رَحُبعامُ إلى شكيمَ‌ حَيثُ ا‏جتَمَعَ كُلُّ شَعبِ إِسرائيلَ لِـيُمَلِّكوهُ. 2 وسَمِعَ يَرُبعامُ بنُ ناباطَ، وكانَ مُقيما بَعدُ بمِصْرَ هرَبا مِنْ سُليمانَ، فرَجَعَ مِنْ هُناكَ 3 بِدَعوَةٍ مِنْ بَني إِسرائيلَ. ثُمَّ جاؤوا جميعا إلى رَحُبعامَ وقالوا لَه: 4 «أبوكَ ثَقَّلَ نيرَهُ علَينا، فخَفِّفِ الآنَ مِنْ نيرِهِ الثَّقيلِ ومِنْ عُبوديَّتِهِ الشَّاقَّةِ، فنَخدُمَكَ». 5 فقالَ لهُم: «إذهَبوا ثُمَّ عودوا إليَّ بَعدَ ثَلاثَةِ أيّامٍ». فذَهَبوا.
6 فشاوَرَ المَلِكُ رَحُبعامُ الشُّيوخَ الّذينَ كانوا يُعاوِنونَ سُليمانَ أباهُ في حياتِه وقالَ لهُم: «بِأيِّ جوابٍ تَنصَحونَني لِهذا الشَّعبِ؟» 7 فأجابوه: «إنْ كُنتَ خادِما لهُم هذا اليومَ ووافَقْتَهُم وا‏ستَجَبْتَ لهُم وكلَّمْتَهُم بِلُطْفٍ، كانوا لكَ خُدَّاما كُلَّ الأيّامِ». 8 فتَرَكَ رَحُبعامُ نصيحةَ الشُّيوخِ وشاوَرَ الفِتيانَ الّذينَ نشَأوا معَهُ وكانوا يَخدِمونَه، 9 وقالَ لهُم: «بِماذا تَنصَحونَ أنتُم؟ كيفَ أُجيـبُ هذا الشَّعبَ الّذينَ قالوا لي: خَفِّفْ مِنْ نيرِ أبـيكَ علَينا؟» 10 فأجابَهُ الفتيانُ: «قُلْ لهُم إنَّ خِنصَري أغلَظُ مِنْ خَصْرِ أبـي. 11 أبـي حَمَّلَكُم نيرا ثقيلا وأنا أزيدُ على نيرِكُم. أبـي أدَّبَكُم بِالسِّياطِ وأنا أُؤدِّبُكُم بِسياطٍ شَوكيَّةٍ».
12 وعادَ يَرُبعامُ وجميعُ الشَّعبِ إلى المَلِكِ رَحُبعامَ في اليومِ الثَّالِثِ كما قالَ لهُم. 13 فتَرَكَ المَلِكُ نصيحةَ الشُّيوخِ وكلَّمَهُم بِكلامٍ جافٍ 14 كما نصَحَهُ الفِتيانُ. فقالَ لهُم: «أبـي ثَقَّلَ نيرَكُم وأنا أزيدُ علَيهِ، أبـي أدَّبَكُم بِالسِّياطِ وأنا أُؤدِّبُكُم بِسياطٍ شَوكيَّةٍ». 15 وهكذا لم يَسمَعِ المَلِكُ لِلشَّعبِ فتَمَّ كلامُ الرّبِّ إلى يَرُبعامَ بنِ ناباطَ على لِسانِ أخيَّا الشِّيلونيّ‌.
16 ولمَّا رأى جميعُ بَني إِسرائيلَ أنَّ المَلِكَ لم يسمَعْ لهُم، قالوا لَه: «ما لنا ولِبَيتِ داوُدَ، وما علاقَتُنا با‏بْنِ يَسَّى؟ إلى خيامِكُم يا بَني إِسرائيلَ، وليَتَدَبَّرْ بَيتُ داوُدَ أمرَهُ». ورَجَع بَنو إِسرائيلَ إلى خيامِهِم، 17 تارِكينَ رَحُبعامَ مَلِكا على بَني إِسرائيلَ المُقيمينَ في مُدُنِ يَهوذا.
18 ثُمَّ أرسَلَ المَلِكُ رَحُبعامُ أدورامَ‌ المُوكَّلَ على أعمالِ السُّخْرَةِ، فرَجَمَهُ بَنو إِسرائيلَ بِالحجارةِ فماتَ. فأسرعَ المَلِكُ رَحُبعامُ وصَعِدَ مَركبَتَهُ وهربَ إلى أورُشليمَ. 19 وتمَرَّدَتِ القبائِلُ الشَّمالِـيَّةُ على بَيتِ داوُدَ إلى هذا اليومِ. 20 وعِندَما سَمِعَت بِرُجوعِ يَرُبعامَ مِنْ مِصْرَ، دعَتْهُ إلى اجتماعٍ وأقامَتْهُ مَلِكا علَيها، ولم يَتبَعْ بَيتَ داوُدَ إلَّا سِبطُ يَهوذا وحدَهُ.
نبوءة شمعيا
21 ولمَّا جاءَ رَحُبعامُ إلى أورُشليمَ جمَعَ مئةً وثَمانينَ ألفَ جُنديٍّ باسلٍ مِنْ بَيتِ يَهوذا وسِبطِ بنيامينَ، لِـيُحارِبوا مَملكَةَ إِسرائيلَ ويَرُدُّوا المُلْكَ إلَيها. 22 فقالَ اللهُ لِشِمْعِيا النَّبـيِّ: 23 «قُلْ لِرَحُبعامَ بنِ سُليمانَ مَلِكِ يَهوذا وكُلِّ بَيتِ يَهوذا وبنيامينَ وباقي الشَّعبِ: 24 هذا ما قالَ الرّبُّ: لا تَصعَدوا ولا تُقاتِلوا إخوَتكُم، بل فليَرجِـعْ كُلُّ رَجُلٍ إلى بَيتِهِ لأنِّي أنا الّذي أرادَ أنْ يَحدُثَ ما حدَثَ». فأطاعوا أمرَ الرّبِّ وعادوا.
يربعام يرتد على الله
25 وبَنى يَرُبعامُ شكيمَ في جبَلِ أفرايمَ وأقامَ بها، ثُمَّ خرَجَ مِنْ هُناكَ وبَنى فَنوئيلَ‌. 26 وقالَ في نفْسِهِ: «إذا لم أفعَلْ شيئا يعودُ المُلْكُ إلى بَيتِ داوُدَ. 27 فإذا صَعِدَ هذا الشَّعبُ إلى أورُشليمَ لِـيُقَدِّموا الذَّبائِـحَ في هَيكلِ الرّبِّ، تَحِنُّ قُلوبُهُم إلى سيِّدِهِم رَحُبعامَ مَلِكِ يَهوذا ويَقتُلوني». 28 وبَعدَ أنْ فكَّرَ في الأمرِ صنَعَ عِجلَينِ مِنَ الذَّهبِ وقالَ لِشعبِهِ: «لا حاجةَ لكُم بَعدَ الآنَ بِالصُّعودِ إلى أورُشليمَ. هذِهِ آلِهَتُكُمُ الّتي أخرَجَتْكُم مِنْ مِصْرَ‌». 29 ووضَعَ أحدَهُما في بَيتَُِ إيلَ، والآخَرَ في دانَ‌. 30 وبِهذا الأمرِ قادَهُم إلى الخطيئةِ، لأنَّهُم ذهَبوا لِلعِبادةِ في بَيتَُِ إيلَ وفي دانَ. 31 وبَنى يَرُبعامُ بُيوتا لِلعِبادةِ على رُؤُوسِ التِّلالِ وأقامَ كهَنةً مِنَ الشَّعبِ لم يكونوا مِنْ بَيتِ لاوي. 32 وجعَلَ اليومَ الخامِسَ عشَرَ مِنَ الشَّهرِ الثَّامِنِ عيدا كالعيدِ الّذي في يَهوذا‌، وصَعدَ على المذبَحِ الّذي في بَيتَ إيلَ وقدَّمَ ذبائِـحَ لِلعِجلَينِ اللَّذينِ صنَعَهُما، وأقامَ هُناكَ كهَنةً لِبُيوتِ العِبادةِ الّتي بَناها على رُؤُوسِ التِّلالِ. 33 وفي اليومِ الخامِسَ عشَرَ مِنَ الشَّهرِ الثَّامنِ، وهوَ اليومُ الّذي جعَلَهُ عيدا لِبَني إِسرائيلَ، صَعِدَ إلى بَيتَ إيلَ وقدَّمَ ذبـيحةً وأحرَقَ البَخورَ على المذبَحِ هُناكَ.
Rebelión de Jeroboán
(2 Cr 10.1—11.4)
1 Roboán fue a Siquén porque todo el pueblo de Israel estaba reunido allí para proclamarlo rey.
2 Cuando Jeroboán hijo de Nabat, que por la furia del rey Salomón había huido a Egipto, supo esto,
3 sus seguidores le pidieron volver. Al llegar Jeroboán, él y todo el pueblo se presentaron ante Roboán y le dijeron:
4 «Tu padre fue muy duro con nosotros. Te rogamos que disminuyas un poco la servidumbre a la que Salomón nos sometió. Aligera el yugo tan pesado que nos impuso, y nos pondremos a tu servicio.»
5 Pero Roboán les dijo:
«Por el momento, váyanse y vuelvan a verme dentro de tres días.»
En cuanto ellos se fueron,
6 Roboán pidió consejo a los ancianos que cuando Salomón vivía habían estado a su servicio. Les dijo:
«¿Qué respuesta me aconsejan dar a esta gente?»
7 Los ancianos le dijeron:
«Si hoy te pones al servicio del pueblo y le hablas de buena manera, ellos serán siempre tus servidores.»
8 Pero Roboán hizo a un lado el consejo de los ancianos, y pidió el consejo de los jóvenes que habían crecido con él y estaban a su servicio. Les preguntó:
9 «¿Qué me aconsejan responder a esta gente que vino a decirme: “Disminuye un poco la servidumbre que tu padre nos impuso”?»
10 Y los jóvenes que habían crecido con él le dijeron:
«A esa gente que te habló de esa manera, y que dijo: “Tu padre fue muy duro con nosotros. Disminuye un poco esa dureza”, diles: “Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
11 Así que, si mi padre fue duro con ustedes, yo lo seré más todavía; si mi padre los castigó con azotes, yo los azotaré con látigos.”»
12 Al tercer día, Jeroboán y todo el pueblo se presentaron ante el rey Roboán para conocer su respuesta, tal y como él les había dicho.
13 Y el rey les habló con dureza, pues no hizo caso del consejo de los ancianos;
14 al contrario, les repitió lo que los jóvenes le habían aconsejado: «Si mi padre fue duro con ustedes, yo seré aún más duro; si mi padre los castigó con azotes, yo los azotaré con látigos.»
15 Y Roboán no quiso escuchar al pueblo porque ya el Señor así lo había dispuesto, para confirmar lo que había dicho a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ajías el silonita.
16 Al ver el pueblo que el rey no les había hecho caso, exclamaron:
«¿Qué tenemos nosotros que ver con David? ¡No tenemos nada que ver con el hijo de Yesé! Pueblo de Israel, ¡regresa a tus casas! Y tú, David, ¡busca tu propio sustento!»
Fue así como el pueblo de Israel regresó a sus casas,
17 y Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá.
18 Y cuando Roboán envió a Adorán a cobrar los tributos para el rey, el pueblo de Israel lo apedreó hasta matarlo. Entonces el rey Roboán subió en su carro y salió huyendo hacia Jerusalén.
19 Así fue como el pueblo de Israel se separó de la casa de David, hasta el día de hoy.
20 Y cuando los israelitas se enteraron de que Jeroboán había vuelto, todo el pueblo mandó a llamarlo para proclamarlo rey de Israel, y aparte de la tribu de Judá, ninguna otra tribu se sometió a la línea de David.
21 Al llegar a Jerusalén, Roboán reunió a los descendientes de Judá y de Benjamín, y escogió a los ciento ochenta mil mejores guerreros para ir y pelear contra los israelitas, pues quería recuperar el reino de Salomón.
22 Pero la palabra del Señor vino a Semaías, varón de Dios, y le dijo:
23 «Habla con Roboán, el hijo de Salomón, y con las tribus de Judá y de Benjamín, y con el resto del pueblo, y diles:
24 “Así ha dicho el Señor: No vayan a pelear contra sus hermanos israelitas. Regresen a sus casas, porque esto lo he provocado yo.”»
Y los dos bandos hicieron caso de las palabras del Señor, y en conformidad con ellas regresaron a sus casas.
El pecado de Jeroboán
25 Entonces Jeroboán reedificó la ciudad de Siquén, en la ladera del monte Efraín, y allí se quedó a vivir, aunque luego salió de allí y reconstruyó Penuel.
26 Pero dentro de sí mismo pensaba: «El reino puede regresar a la casa de David
27 si el pueblo sigue yendo a ofrecer sacrificios al templo del Señor en Jerusalén. Entonces volverán a someterse voluntariamente a Roboán, rey de Judá, y a mí me matarán.»
28 Después de reunirse en consejo, Jeroboán mandó hacer dos becerros de oro y le dijo al pueblo:
«Israelitas, demasiadas veces han ido ustedes a Jerusalén. ¡Aquí tienen a los dioses que los sacaron de Egipto!»
29 Uno de los becerros lo colocó en Betel, y el otro en Dan.
30 Esto incitó al pueblo a pecar, porque iba a Dan a adorar el becerro.
31 Además, Jeroboán mandó construir altares en los montes y nombró sacerdotes de entre el pueblo, aunque no fueran descendientes de Leví.
32 También instituyó una fiesta solemne el día quince del mes octavo, semejante a la que era celebrada en Judá, y ofrecía sacrificios en el altar que construyó en Betel y nombró sacerdotes para que oficiaran en los altares que había mandado construir.
33 La fiesta religiosa que instituyó el día quince del mes octavo, fue una invención suya, y todo el pueblo participó en ella, y Jeroboán subió al altar para quemar incienso.