الدعوة إلى التوبة
1 وقال الرّبُّ: «إنْ رَجَعْتِ يا إِسرائيلُ إليَّ ونَزَعْتِ أصنامَكِ الرَّجسةَ‌ مِنْ أمامِ وجهي وكُنتِ أمينةً لي. 2 وإنْ حَلَفْتِ: «حَيٌّ هوَ الرّبُّ»، بِالحَقِّ والعَدلِ والاستِقامةِ، تَبارَكَت بِكِ الأُمَمُ وا‏فتَخَرت».
3 وقالَ الرّبُّ لِرجالِ يَهوذا ولأورُشليمَ: «إفلَحوا أرضَكُم غَيرَ المَفلوحَةِ ولا تَزرَعوا بَينَ الأشواكِ‌. 4 عاهِدوا الرّبَّ‌ في قُلوبِكُم يا رِجالَ يَهوذا وسُكَّانَ أورُشليمَ لِئلاَّ يَخرُجَ غضَبـي كالنَّارِ لِشَرِّ أعمالِكُم، فَيُحرِقَ ولا مَنْ يُطفئُ.
الغزو يهدد يهوذا
5 أخبروا في يَهوذا،
أَذيعوا في أُورُشليمَ،
أنفُخوا بِالبوقِ في الأرضِ.
نادوا بِمِلءِ أفواهِكُم
وقولوا: إِجتمعوا.
أُدخُلوا المُدُنَ الحصينةَ.
6 إرفعوا رايةً نحوَ صِهيَونَ،
أُهربوا، لا تَقِفوا.
سَأجلِبُ شَرًّا مِنَ الشِّمالِ‌
وويلا شديدَ الهَولِ.
7 طلَعَ الأسدُ مِنْ عَرينِهِ!
ها هوَ قاهِرُ الأُمَمِ!
يزحَفُ خارِجا مِنْ مكانِهِ
ليَجعَلَ الأرضَ خَرابا،
لا يسكُنُ فيها ساكِنٌ.
8 لذلِكَ اتَّزِروا بالمُسوحِ!
وَلْوِلوا والطِموا الخُدودَ،
فَحِدَّةُ غضَبِ الرّبِّ
لم تَنصَرِفْ عنَّا».
9 وقالَ الرّبُّ: «في ذلِكَ اليومِ يخُورُ قلبُ المَلِكِ وقلوبُ الرُّؤساءِ، ويتَحَيَّرُ الكهَنةُ ويتَعَجَّبُ الأنبـياءُ 10 ويقولُ الشَّعبُ‌: أيُّها السَّيِّدُ الرّبُّ! أنتَ حقًّا خدَعْتَنا حينَ قلتَ لنا: تَنعَمونَ بالسَّلامِ، وها هوَ السَّيفُ على رِقابِنا».
11 في ذلِكَ الزَّمانِ يقولُ الرّبُّ لِهذا الشَّعبِ ولأورُشليمَ: «رِيحٌ لافِحةٌ تَهُبُّ مِنْ رَوابـي البرِّيَّةِ على قَومي، لا لِتَذْريةِ البَيادِرِ ولا لِتَنقيتِها. 12 هيَ ريحٌ أشَدُّ مِنها تَهُبُّ مِنْ عِندي، فَأُعلِنُ أنا نفسي حُكْمي علَيكُم.
13 أُنظُروا. ها العَدُوُّ صاعِدٌ كسَحابٍ، مركَباتُهُ كالزَّوبَعَةِ وخَيلُهُ أخَفُّ مِنَ النُّسورِ. ويلٌ لنا، هلَكْنا‌!
14 إِغسِلي مِنَ الشَّرِّ قلبَكِ يا أورُشليمُ فتَخلُصي. إلى متى تَبـيتُ في داخِلِك أفكارُكِ الشِّرِّيرةُ؟
15 صوتُ مُخبِرٍ مِنْ دانَ‌ بالبليَّةِ ومُنادٍ بِها مِنْ جبَلِ أفرايمَ‌: 16 أُنذُروا الأُمَمَ! أَخبِروا أورُشليمَ! المُحاصِرونَ‌ قادِمونَ مِنْ أرضٍ بَعيدةٍ. يَرفعونَ الصَّوتَ على مُدُنِ يَهوذا، 17 ويُحيطونَ بِها كَنواطيرِ الحُقولِ، لأنَّها تمَرَّدَت عليَّ يقولُ الرّبُّ».
18 طُرُقكِ وأعمالُكِ جَلَبَت علَيكِ هذا كُلَّهُ. ذلِكَ مَصيرُكِ وهوَ مُرٌّ، ومرارتُهُ بَلَغَت إلى قلبِكِ.
حزن إرميا على الشعب
19 أحشائي، أحشائي تُوجِعُني!
قلبـي يَئِنُّ بَينَ جُدرانِهِ.
كيفَ السُّكوتُ وأنا سَمِعْتُ
صوتَ البُوقِ وهُتافَ الحربِ؟
20 نَكبَةٌ على نَكبَةٍ أشَدَّ،
فالأرضُ كُلُّها خرابٌ.
دُمِّرَت خيامُنا بَغتَةً
ومَساكِنُنا في لَحظَةٍ.
21 إلى متى أرى رايةَ الحربِ
وأسمَعُ صوتَ البُوقِ؟
22 شعبـي جاهلٌ لا يَعرفُني.
بَنونَ حَمْقى لا فَهْمَ لهُم
وحُكَماءُ في عمَلِ الشَّرِّ
لا يَعرفونَ ما لِلخَيرِ.
رؤيا الخراب الآتي
23 نظَرتُ إلى الأرضِ، فهيَ خَلاءٌ‌
وإلى السَّماواتِ فلا نُورَ فيها،
24 نظَرتُ إلى الجِبالِ، فهيَ تَرتَجِفُ
وجميعُ التِّلالِ تـتَزَعزعُ.
25 نظَرتُ فما مِنْ إنسانٍ،
وطُيورُ السَّماءِ كُلُّها هرَبَت.
26 ورَأيتُ الجنَائِنَ صارَت قَفرا
وجميعَ المَدائِنِ أنقاضا
مِنْ وجهِ الرّبِّ وحِدَّةِ غضَبِهِ.
27 فهذا ما قالَ الرّبُّ:
«سأُخرِّبُ الأرضَ كُلَّها،
لكِنِّي لا أفنيها».
28 فتَنوحُ الأرضُ نُواحا
وتُظلِمُ السَّماواتُ مِنْ فَوقُ
أنا تَكَلَّمْتُ ولا أندَمُ،
وعَزَمتُ ولا أرجِـعُ عَنهُ».
29 مِنْ صوتِ الفارسِ والرَّامي بالقوسِ
فَرَّ سُكَّانُ المُدُنِ جميعا.
دَخَلوا الغابَ أو صَعِدوا الصُّخورَ،
فكُلُّ مدينةٍ مَهجورةٍ،
ولا إنسانَ ساكنٌ فيها.
30 وأنتِ ماذا تفعَلينَ
أيَّتُها المدينةُ الخرابُ‌؟
تَلبَسينَ ثيابَ القِرمِزِ،
وتَتَحَلينَ بِـحُلِـيِّ الذَّهَبِ،
وتُكَحِّلينَ بالإثْمِدِ عينَيكِ،
ولكِنْ باطِلا تـتَجَمَّلينَ.
عُشَّاقُكِ الآنَ يَمقُتونَكِ
وهُم يَطلبونَ حياتَكِ!
31 سَمِعتُ صوتا كصوتِ المَخاضِ
كتَوَجُّعِ الّتي تَلِدُ بِكْرَها.
هوَ صوتُ ا‏بنَةِ صِهيَونَ
تَنتَحِبُ وتَبسِطُ كَفَّيها:
«ويلٌ لي‌، أُغميَ عليَّ
مِنَ القتَلَةِ المُحيطينَ بـي».
1 «¡Ah Israel, vuélvete a mí! ¡Cómo quisiera que te volvieras a mí! ¡Cómo quisiera que quitaras de mi vista tus actos repugnantes, y no anduvieras de acá para allá!
—Palabra del Señor.
2 »Si con la verdad, la justicia y el derecho juras: “¡Vive el Señor!”, entonces las naciones serán plenamente bendecidas por él, y en él se gloriarán.
3 Porque así dice el Señor a todos los de Judá y de Jerusalén: “Aren ustedes sus campos, y no siembren entre los espinos.
4 Hombres de Judá, y habitantes de Jerusalén: ¡Circuncídense en honor del Señor! ¡Quiten de su corazón lo que en él hay de pagano! De lo contrario, y por causa de sus malvadas acciones, mi ira se encenderá como un fuego, y arderá y nadie podrá apagarla.”
Judá ante la amenaza de una invasión
5 »Anuncien esto en Judá; proclámenlo en Jerusalén. Toquen trompeta en la tierra; júntense y pregónenlo. Digan: “Reunámonos y entremos en las ciudades fortificadas.”
6 Icen la bandera en Sión, y huyan sin detenerse, porque yo estoy trayendo del norte una calamidad, ¡una gran destrucción!
7 Ya ha salido el león de la espesura; ya está en marcha el destructor de naciones; ya ha salido de su cueva para dejar tu tierra en ruinas. Tus ciudades quedarán desoladas y sin habitantes.»
8 Por lo tanto, vístanse de cilicio; lloren y hagan lamentos, porque la ira del Señor no se ha apartado de nosotros.
9 Cuando llegue ese día, desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes; los sacerdotes se quedarán atónitos, y los profetas no podrán creerlo.
—Palabra del Señor.
10 Yo exclamé:
«¡Ay, Señor y Dios! ¡Grandemente has engañado a este pueblo y a Jerusalén! Tú le prometiste que viviría en paz, ¡y ahora pende la espada sobre su cuello!»
11 Cuando llegue el momento, se le dirá a este pueblo, y también a Jerusalén: «Desde las altas dunas del desierto sopla un viento calcinante sobre la hija de mi pueblo. No viene a aventar el trigo ni a limpiarlo.
12 Pero de mi parte vendrá un viento más intenso que este, porque yo mismo voy a dictar sentencia contra ellos.»
13 ¡Mírenlo! ¡Se levanta como nube! ¡Su carro parece un torbellino! ¡Sus caballos son más ligeros que las águilas! ¡Ay de nosotros, nos van a hacer pedazos!
14 Limpia tu corazón de la maldad, Jerusalén, y saldrás bien librada. ¿Hasta cuándo vas a dar cabida en ti pensamientos tan malvados?
15 Desde Dan, una voz da las malas noticias; desde Efraín se da a conocer el desastre.
16 Díganselo a las naciones, y háganselo saber a Jerusalén: «Han llegado soldados de un país lejano, y ya lanzan alaridos contra las ciudades de Judá.
17 Se han apostado a su alrededor, como si vigilaran un campo. Y es que ella se rebeló contra mí.»
—Palabra del Señor.
18 Esto te ha pasado por tu manera de ser y de actuar. Esto es por causa de tu maldad. Por eso la amargura te calará hasta el corazón.
19 ¡Cómo me duelen las entrañas! ¡Cómo me duele el corazón! ¡Siento que el corazón se me sale! ¡Ay, alma mía, no puedes guardar silencio, pues has oído los toques de trompeta y los alaridos de guerra!
20 Ya se habla de un desastre tras otro. Todo el país está siendo devastado. ¡Ora destruyen mis carpas, ora destruyen mis campamentos!
21 ¿Hasta cuándo tendré que ver agitarse las banderas, y oír los toques de trompeta?
22 «Y es que mi pueblo es necio, y no me conoce; son gente que no piensa ni entiende; son sabios para hacer el mal, pero no saben hacer el bien.»
23 Me fijé en la tierra, y la vi desordenada y vacía. Me fijé en los cielos, y no había en ellos luz.
24 Me fijé en los montes, y los vi temblar, y todas las colinas se estremecían.
25 Me fijé, y no había un solo ser humano, y todas las aves del cielo habían desaparecido.
26 Me fijé, y los ricos viñedos eran ahora un desierto, y todas sus ciudades habían quedado en ruinas. ¡Y esto lo hizo el Señor! ¡Esto lo hizo el ardor de su ira!
27 Porque así dijo el Señor:
«Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré por completo.
28 Por esto la tierra se cubrirá de luto, y los altos cielos se envolverán en tinieblas. Ya lo he dicho, y no me va a pesar hacerlo; ya lo he decidido, y no voy a desistir.»
29 Ante el estruendo de la caballería y de los flecheros huyó toda la ciudad. Corrieron a las espesuras de los bosques, y treparon por los peñascos. Todas las ciudades quedaron abandonadas; no quedó en ellas un solo habitante.
30 Y tú, ciudad en ruinas, ¿qué vas a hacer ahora? De nada va a servirte que te vistas de púrpura y te atavíes con oro, o que te pintes los ojos. Tus amantes te van a rechazar, e intentarán matarte.
31 Ya escucho el clamor de una que está en labor de parto. Es como la voz angustiosa de una primeriza. Es la voz de la hija de Sión, que llora y extiende las manos. Y dice: «¡Ay de mí! ¡Mi ánimo decae por causa de los que quieren matarme!»