أمصيا ملك يهوذا
(2مل 14:1-7)1 وكانَ أمَصْيا ابنَ خمسٍ وعِشرينَ سنَةً حينَ ملَكَ، وملَكَ تِسْعا وعِشرينَ سنَةً بأورُشليمَ، وكانَ اسمُ أمِّهِ يوعدَّانَ مِنْ أورُشليمَ. 2 وعَمِلَ ما هوَ قويمٌ في نظَرِ الرّبِّ، لكِنْ لا مِنْ كُلِّ قلبِهِ. 3 ولمَّا استَتَبَّ لَه المُلْكَ قتَلَ الخدَمَ الّذينَ قَتَلوا أباهُ. 4 وأمَّا أبناؤُهُم فلم يَقتُلْهُم عمَلا بما جاءَ في كِتابِ شَريعةِ موسى، حيثُ قالَ الرّبُّ: «لا يموتُ الآباءُ بِـخطيئةِ البَنينَ، ولا يموتُ البَنونَ بِـخطيئةِ الآباءِ، بل كُلُّ إنسانٍ بِـخطيئَتِهِ يموتُ».
محاربة آرام
5 وأحصى أمَصْيا رِجالَ يَهوذا وبنيامينَ مِنِ ابنِ عِشرينَ سنَةً فما فَوقُ، ونَظَّمَهُم بِـحسَبِ عشائِرِهِم، وأقامَ علَيهِم قادَةَ ألوفٍ وقادَةَ مِئاتٍ، فكانوا ثَلاثَ مئَةِ ألفِ مُدَرَّبٍ على القِتالِ بِالرُّمْحِ والتُّرْسِ. 6 واستَأجَرَ مِنْ إِسرائيلَ مئَةَ ألفِ جُنديٍّ بنَحوِ ستَّةَ عشَرَ قِنطارا مِنَ الفِضَّةِ. 7 فجاءَهُ أحدُ أنبـياءِ اللهِ وقالَ لَه: «أيُّها المَلِكُ، لا تأخُذْ هؤلاءِ الإسرائيليِّينَ معَكَ إلى الحربِ، لأنَّ الرّبَّ لا يَنصُرُهم ولا يَنصُرُ أحدا مِنْ بَني أفرايمَ. 8 وإذا كُنتَ تَظُنُّ أنَّهُم يَدعَمونَكَ في القِتالِ، فإنَّ اللهَ يَهزِمُكَ أمامَ الأعداءِ لأنَّ في يَدِهِ وحدَهُ النَّصرَ والهزيمةَ». 9 فقالَ أمَصْيا لِنَبـي اللهِ: «وماذا تَعمَلُ بالسِتَّةَ عشَرَ قِنطارا مِنَ الفِضَّةِ الّتي استَأجَرْتُ بِها الجُنودَ الإِسرائيليِّينَ؟» فأجابَهُ: «الرّبُّ قادرٌ أنْ يُعطيَكَ أكثَرَ مِنْ ذلِكَ بِكثرةٍ».
10 فصَرَفَ أمَصْيا الجُنودَ الإِسرائيليِّينَ إلى حَيثُ جاؤوا مِنْ أفرايمَ، فرَجَعوا وهُم في غضَبٍ شديدٍ على يَهوذا. 11 وأمَّا أمَصْيا فتَشَجَّعَ وخرَجَ على رأسِ جيشِهِ إلى وادي المِلْحِ وحارَبَ بَني سعيرَ وقتَلَ مِنهُم عشَرَةَ آلافِ رَجُلٍ. 12 وأسَرَ رِجالُ يَهوذا عشَرَةَ آلافٍ آخَرينَ وجاؤوا بِهِم إلى مدينةِ سالِـعَ ورَمَوهُم مِنْ رأسِ صخرَةٍ هُناكَ فتَحَطَّموا كُلُّهم. 13 أمَّا الجُنودُ الّذينَ رَدَّهُم أمَصْيا ولم يأخُذْهُم معَهُ إلى القِتالِ، فاجْتاحوا مُدُنَ يَهوذا، مِنَ السَّامِرةِ إلى بَيتَ حورونَ، وقَتَلوا ثَلاثةَ آلافِ رَجُلٍ وأخَذوا غَنائِمَ كثيرةً.
(2مل 14:8-14)14 ولمَّا رَجَع أمَصْيا مِنْ مُحارَبةِ الأدوميِّينَ، جاءَ بآلِهَةِ بَني سعيرَ وأقامَها آلهَةً لَه، وسجَدَ أمامَها وأحرَقَ لها البَخورَ. 15 فغَضِبَ علَيهِ الرّبُّ وأرسلَ نَبـيًّا يقولُ لَه: «لِماذا تَعبُدُ آلِهَةً لم تقدِرْ أنْ تُنقِذَ عابِديها مِنْ يَدِكَ؟» 16 وفيما هوَ يتَكلَّمُ قالَ لَه المَلِكُ: «ومَنْ جعَلَكَ مُستَشارا لِلمَلِكِ؟ أسكُتْ لِئلاَّ أقتُلَكَ». فَسكَتَ النَّبـيُّ بَعدَ أنْ قالَ: «عَلِمتُ الآنَ أنَّ اللهَ قضى بِهَلاكِكَ، لأنَّكَ فعَلْتَ هذا، ولم تَسمعْ لِمَشورَتي».
محاربة إسرائيل
17 وبَعدَ استِشارةِ حاشيَتِهِ أرسلَ أمَصْيا مَلكُ يَهوذا إلى يوآشَ بنِ يوآحازَ بنِ ياهو مَلكِ بَني إِسرائيلَ يقولُ: «تَعالَ نتَحارَبْ لِنَرى مَنْ هوَ الأقوى»، 18 فأجابَهُ يوآشُ: «العوسَجُ الّذي في لبنانَ أرسلَ إلى الأرزِ في لبنانَ يقولُ: زَوِّجِ ابنَتَكَ لابني. فمَرَّ وحشُ البرِّيَّةِ هُناكَ وداسَ العوسَجَ. 19 وأنتَ قُلتَ لِنَفْسِكَ: غلَبتُ أدومَ، فاندَفَعَ قلبُكَ إلى الغُرورِ فالزَمْ بَيتَكَ. لِماذا تُعَرِّضُ نفْسَكَ لِلمُشكِلاتِ فتَسقُطَ أنتَ ويَهوذا معَكَ؟»
20 لكِنَّ أمَصْيا لم يستَمِعْ لِهذا الكلامِ. فمشيئَةُ اللهِ كانَت أنْ يُسَلِّمَهُ إلى يَدِ عَدُوِّهِ لأنَّهُ عبَدَ آلِهَةَ أدومَ. 21 فصَعِدَ يوآشُ مَلِكُ إسرائيلَ وحارَبَ أمَصْيا مَلِكَ يَهوذا في معرَكةٍ عِندَ بـيتَ شمسَ الّتي في يَهوذا. 22 فانكسَرَت يَهوذا أمامَ إِسرائيلَ، وهرَبَ كُلُّ واحدٍ إلى بَيتِهِ. 23 وقبَضَ يوآشُ على أمَصْيا في بَيتَ شمسَ وجاءَ بهِ إلى أورُشليمَ، وهدَمَ سُورَها مِنْ بابِ أفرايمَ إلى بابِ الزَّاويةِ، على طولِ أربَعِ مئةِ ذِراعٍ، 24 وأخذَ جميعَ الذَّهبِ والفِضَّةِ والآنيةِ الّتي وجَدَها في الهَيكلِ بِـحِراسةِ عوبـيدَ أدومَ، وفي خزائِنِ قَصرِ المَلِكِ، ورجَعَ إلى السَّامِرةِ ومعَهُ عدَدٌ مِنَ الرَّهائِنِ.
(2مل 14:15-20)25 وبَعدَ أنْ ماتَ يوآشُ بنُ يوآحازَ مَلِكُ إِسرائيلَ عاشَ أمَصْيا بنُ يوآشَ مَلِكُ يَهوذا خمسَ عَشْرَةَ سنَةً. 26 وما تبَقَّى مِن أخبارِ أمَصْيا، مِنْ أوَّلِها إلى آخِرِها، مُدَوَّنٌ في سِفرِ مُلوكِ يَهوذا وإِسرائيلَ. 27 ومُنذُ أنْ حادَ أمَصْيا عَنِ اتِّباعِ الرّبِّ تآمرَ علَيهِ خُصومُهُ في أورُشليمَ فهَربَ إلى لَخيشَ فلحِقوا بهِ وقَتَلوهُ هُناكَ. 28 وحُمِلَ على فرَسٍ ودُفِنَ معَ آبائِهِ في مدينةِ داوُدَ.
Reinado de Amasías
(2 R 14.1-22)1 Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Yoadán, y era de Jerusalén.
2 Y Amasías hizo lo recto a los ojos del Señor, aunque no de todo corazón,
3 pues tan pronto como fue confirmado en el trono mató a los siervos que habían matado a su padre el rey.
4 Sin embargo, y de acuerdo con lo que está escrito en la ley, en el libro de Moisés, no mató a los hijos de ellos, pues allí el Señor ha ordenado: «No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres. Cada uno morirá por causa de su pecado.»
5 Amasías reunió a los de Judá y puso jefes de millares y de centenas sobre todo Judá y Benjamín, según el orden de sus familias. Además, levantó un censo de todos los hombres mayores de veinte años, y se encontró que había trescientos mil capaces de ir a la guerra y de empuñar lanza y escudo.
6 Además, contrató a cien mil israelitas aguerridos, a los que pagaba un sueldo de tres mil trescientos kilos de plata.
7 Pero vino un hombre de parte de Dios, y le dijo:
«Su Majestad, no conviene que el ejército de Israel lo acompañe, porque el Señor no está con los israelitas ni con ninguno de los efrainitas.
8 Si Su Majestad decide hacerlo así, e insiste en entrar en combate, Dios lo hará caer derrotado delante de sus enemigos, porque Dios tiene el poder de ayudar y de derrotar.»
9 Pero Amasías le dijo al hombre de Dios:
«¿Y qué va a pasar con los tres mil trescientos kilos de plata que le he pagado al ejército israelita?»
Y el hombre de Dios respondió:
«El Señor puede dar a Su Majestad mucho más que eso.»
10 Entonces Amasías apartó a su ejército del ejército efrainita que había venido en su ayuda, y les ordenó que se fueran a sus casas. Ellos se enojaron grandemente contra Judá, y encolerizados volvieron a sus casas.
11 Pero Amasías salió con su ejército y se dirigió al valle de la sal, y allí mató a diez mil de los hijos de Seír;
12 los hijos de Judá, por su parte, tomaron vivos a otros diez mil, a los que llevaron a la cumbre de un peñasco, y desde allí los despeñaron, y todos ellos murieron hechos pedazos.
13 Mientras tanto, los del ejército que Amasías había despedido, y que ya no fueron con él a la guerra, invadieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet Jorón, y mataron a tres mil de ellos, y los despojaron por completo.
14 Al volver Amasías de haber derrotado a los edomitas, trajo consigo los dioses de los hijos de Seír, los reconoció como dioses, y los adoró y les quemó incienso.
15 Entonces el Señor se encendió en ira contra Amasías, y envió un profeta a que le dijera:
«¿Por qué has ido tras los dioses de otra nación, que no libraron de tus manos a su pueblo?»
16 Mientras el profeta le decía esto, Amasías le respondió:
«¿Acaso te han nombrado consejero del rey? ¡Déjate de tonterías! ¿O acaso quieres que te maten?»
Cuando Amasías terminó de hablar, el profeta le dijo:
«Yo solo sé que, por haber actuado así, y por no haber hecho caso de mis consejos, Dios ha decidido destruirte.»
17 El rey Amasías de Judá se reunió con sus consejeros y mandó a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel:
«Ven acá, y nos veremos las caras.»
18 El rey Joás de Israel le envió al rey Amasías de Judá la siguiente respuesta:
«Había en el Líbano un cardo, que mandó a decir al cedro del Líbano: “Deja que tu hija se case con mi hijo.” ¡Pero los animales salvajes del Líbano pasaron y pisotearon el cardo!
19 ¿Acaso crees que el haber derrotado a Edom basta para que el corazón se te hinche de orgullo? Es mejor que te quedes en tu casa. ¿Para qué provocar una desgracia, en la que tú y Judá salgan derrotados?»
20 Pero Amasías no le hizo caso. Y es que era la voluntad de Dios entregarlos en manos de sus enemigos, por haberse ido tras los dioses de Edom.
21 Por eso el rey Joás de Israel y el rey Amasías de Judá se enfrentaron cara a cara en la batalla de Bet Semes, en Judá.
22 Allí Judá fue derrotado por Israel, y cada uno salió huyendo a su casa.
23 Allí en Bet Semes el rey Joás de Israel tomó preso al rey Amasías de Judá, hijo de Joás, hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén, y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo, en un tramo de ciento ochenta metros;
24 se llevó además todo el oro y la plata, y todos los utensilios que se hallaron en el templo de Dios y en casa de Obed Edom, así como los tesoros del palacio del rey; hizo prisioneros a los hijos de los nobles, y después de eso volvió a Samaria.
25 Después de la muerte del rey Joás hijo de Joacaz, de Israel, el rey Amasías hijo de Joás, de Judá, vivió quince años.
26 Los demás hechos de Amasías, primeros y últimos, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
27 A partir de que Amasías se apartó del Señor, se empezó a conspirar contra él en Jerusalén; y aunque él huyó a Laquis, lo fueron persiguiendo hasta Laquis, y allí lo mataron;
28 luego lo llevaron a caballo hasta la ciudad capital de Judá, y allí lo sepultaron con sus antepasados.