Israel, siervo del Señor
1 ¡Escúchenme, costas y pueblos lejanos! El Señor me llamó desde el vientre de mi madre; tuvo en cuenta mi nombre desde antes de que yo naciera.
2 Hizo de mi boca una espada aguda, y me cubrió con la sombra de su mano; hizo de mí una flecha bruñida, y me guardó en su aljaba.
3 Y me dijo: «Israel, tú eres mi siervo. Tú serás para mí motivo de orgullo.»
4 Pero yo dije: «De balde he trabajado. He gastado mis fuerzas sin ningún provecho. Pero el Señor me hará justicia; mi Dios me dará mi recompensa.»
5 Pero ahora ha hablado el Señor, el que me formó desde el vientre para que fuera yo su siervo; para que reuniera a Jacob, para que hiciera a Israel volverse a él (así yo seré muy estimado a los ojos del Señor, y mi Dios será mi fuerza),
6 y ha dicho:
«Muy poca cosa es para mí que tú seas mi siervo, y que levantes las tribus de Jacob y restaures al remanente de Israel. Te he puesto también como luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta los confines de la tierra.»
7 Así ha dicho el Señor, el Santo Redentor de Israel, al que es menospreciado, al que es odiado por las naciones, al siervo de los gobernantes:
«Los reyes y los príncipes te verán y se levantarán, y se inclinarán ante el Señor, porque el Santo de Israel, que te ha escogido, es fiel.»
Dios promete restaurar a Sión
8 Así ha dicho el Señor:
«En el momento favorable te responderé; en el día de salvación te ayudaré. Yo te protegeré, y tú representarás mi pacto con el pueblo, para que restaures la tierra y heredes las propiedades asoladas;
9 para que digas a los presos, a los que están en tinieblas: “Salgan de ahí; déjense ver.” En los caminos y en todas las alturas tendrán pastos y allí serán alimentados.
10 No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el calor, porque quien les tiene misericordia los guiará y los llevará a manantiales de aguas.
11 Yo convertiré todos mis montes en caminos, y mis calzadas serán levantadas.
12 Estos que ven aquí vendrán de lejos; estos otros vendrán del norte y del occidente, y aquellos otros vendrán de la tierra de Sinim.»
13 Ustedes, los cielos, ¡canten alabanzas! Y tú, tierra, ¡canta de alegría! ¡Que prorrumpan los montes en alabanzas! ¡El Señor ha consolado a su pueblo, y se ha compadecido de sus pobres!
14 Sión dice: «El Señor me ha abandonado. El Señor se olvidó de mí.»
15 ¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti.
16 Yo te llevo grabada en las palmas de mis manos; siempre tengo presentes tus murallas.
17 Tus edificadores vendrán apresurados, y saldrán de ti los que te han destruido y asolado.
18 Alza los ojos y mira a tu alrededor: Todos estos se han reunido; han venido a ti. Yo te juro que todos ellos serán para ti como un fino vestido, y que te adornarán como a una novia.
—Palabra del Señor.
19 Ciertamente tu tierra devastada, arruinada y desierta, será demasiado estrecha para la multitud de tus habitantes, y los que te destruyeron serán apartados y alejados.
20 Aun los hijos de tu orfandad te dirán al oído: «Este lugar es demasiado estrecho para mí; hazme un espacio habitable.»
21 Y tú te pondrás a pensar: «¿Y quién me engendró estos hijos? Yo me había quedado sin hijos; estaba sola, peregrina y desterrada. ¿Quién crio a estos? Me había quedado sola; ¿dónde estaban estos?»
22 Así ha dicho Dios el Señor:
«¡Miren! Yo levantaré mi mano a las naciones; levantaré a los pueblos mi bandera; y ellos traerán en brazos a tus hijos, y a tus hijas las traerán en hombros.
23 Sus reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; ante ti se inclinarán, sin levantar la vista del suelo, y lamerán el polvo de tus pies. Sabrás entonces que yo soy el Señor, y que no quedan avergonzados los que esperan en mí.»
24 ¿Puede arrebatársele el botín al guerrero? ¿Puede rescatarse al cautivo del poder del tirano?
25 Pues así dice el Señor:
«Ciertamente el cautivo será rescatado del poder del guerrero, y el botín se le arrebatará al tirano; yo defenderé tu causa, y salvaré a tus hijos.
26 También haré que los que te despojaron se coman su propia carne, y que se embriaguen con su propia sangre, como si tomaran vino. Así todo el mundo sabrá que yo soy el Señor, el Fuerte de Jacob, tu salvador y redentor.»
العودة إلى أورشليم
1 إسمَعي لي يا جُزُرَ البحرِ،
وا‏صغُوا أيَّتُها الأُمَمُ البعيدةُ:
الرّبُّ دعاني مِنْ رَحِمِ أُمِّي،
ومِنْ أحشائِها ذَكَر ا‏سمي. ‌
2 فَمي جَعَلَهُ كسَيفٍ قاطِـعٍ. ‌
وفي ظِلِّ يَدِهِ خَبَّأني.
جعَلَني سَهما مَصقولا،
وفي جُعبَتِهِ أخفاني.
3 قالَ لي: «أنتَ عبدي،
يا إِسرائيلُ وبِكَ أتمَجَّدُ».
4 فقلتُ: «أنا باطِلا تَعِبتُ،
وعَبَثا أتلَفتُ قُوَّتي.
ولكِنْ عِندَ الرّبِّ حَقِّي،
وعِندَ إلهي جَزائي».
5 فقالَ الرّبُّ الّذي جَبَلَني
مِنَ الرَّحِمِ عبدا لَه
لأرُدَّ يَعقوبَ إليهِ
وأجمَعَ شَعبَهُ إِسرائيلَ،
فَأُكْرَمُ في عينَي الرّبِّ
ويكونَ إلهي عِزَّتي:
6 «قليلٌ أنْ تكونَ لي عبدا
لتُثيرَ هِمَّةَ أسباطِ يَعقوبَ
وترُدَّ الباقينَ مِنْ بَني إِسرائيلَ،
ولتكونَ نورا للأُمَمِ
وخلاصا إلى أقاصي الأرضِ». ‌
7 وهذا ما قالَ الرّبُّ، فادي‌ إِسرائيلَ وقُدُّوسُهُ، للمُهانِ المَكروهِ مِنَ الأُمَمِ وعبدِ المُتَسلِّطينَ علَيها:
«يراكَ المُلوكُ والرُّؤَساءُ
فيَقومونَ ويَسجُدونَ لكَ
إكراما للرّبِّ الّذي ا‏ئتَمَنَكَ،
لقُدُّوسِ إِسرائيلَ الّذي ا‏ختارَكَ».
8 وهذا ما قالَ الرّبُّ:
«في وقتِ رِضاي أستَجيـبُ لكَ،
وفي يومِ الخلاصِ أُعينُكَ.
أحفَظُكَ وأُعاهِدُ بكَ الشَّعبَ
أنْ يعودَ ليُقيمَ في أرضِهِ
ويُعمِّرَ فيها الّذي تهَدَّمَ،‌
9 فتقولُ للأسرى: أُخرُجوا!
وللَّذينَ في الظَّلامِ: إظهَروا!
فيأكلونَ في طريقِ عَودَتِهِم
ويكونُ في كُلِّ الرَّوابـي طَعامُهُم.
10 لا يَجوعونَ ولا يَعطَشونَ
ولا يَضرِبُهُم حَرُّ الشَّمسِ،
لأنَّ الّذي يَرحَمُهُم يَهديهِم،
وإلى يَنابـيعِ المياهِ يَقودُهُم. ‌
11 وأجعَلُ جبالي كُلَّها طُرُقا
ومُرتَفَعاتي سُبُلا لهُم.
12 يجيئونَ مِنْ أقطارٍ بعيدةٍ،
بَعضُهُم مِنَ الشَّمالِ والغربِ،
وبَعضُهُم مِنْ أرضِ أسوانَ». ‌
13 رنِّمي يا سَماءُ وا‏بتَهِجي يا أرضُ،
ويا أيَّتُها الجبالُ ا‏هتفي!
لأنَّ الرّبَّ سَيُعزِّي شعبَهُ
ويَرحَمُهُ مُشفِقا على بُؤسِهِ.
14 قالَت صِهيَونُ: «تَرَكنيَ الرّبُّ!
تَرَكني ونَسيَني السَّيِّدُ».
15 فأجابَ الرّبُّ:
«أتَنسى المرأةُ رَضيعَها
فلا تَرحَمَ ثمرَةَ بَطنِها؟
لكنْ ولو أنَّها نَسيَت،
فأنا لا أنساكِ يا أورُشليمُ.
16 ها على كفَّيَّ رَسَمتُكِ
وأسوارُكِ أمامي كُلَّ حينٍ.
17 بُناتُكِ أسرَعُ مِنْ هادِميكِ
ومُخَرِّبوكِ يخرُجونَ مِنكِ. ‌
18 تطَلَّعي وا‏نظُري حَولَكِ!
بَنوكِ ا‏جتَمَعوا كُلُّهُم وعادوا.
حَيٌّ أنا يقولُ الرّبُّ.
تَلبَسينَهُم جميعا كالحِليِّ
وتـتَقَلَّدينَ بِهِم كالعَروسِ.
19 أرضُكِ الآنَ خَرابٌ ودَمارٌ،
تضيقُ على العائِدينَ إليكِ.
ومعَ أنَّ الّذينَ يَحتَلُّونَكِ يَخرُجونَ،
20 فسَيقولُ الّذينَ وَلَدْتِهِم في السَّبـيِ:
ضاقَ عنَّا المكانُ فا‏تَّسِعي لنَسكُنَ.
21 فتَقولينَ في قلبِكِ:
مَنْ ولَدَ لي هؤلاءِ؟
كُنتُ ثَكْلى وعاقِرا،
كُنتُ مَطرودَةً ومَنفيَّةً،
ومَنْ ربَّاهُم لي؟
كُنتُ مَتروكَةً وَحدي،
فمِنْ أينَ يا تُرى جاؤُوا؟»
22 وقالَ السَّيِّدُ الرّبُّ:
«ها أنا أُشيرُ بـيَدي
إلى الأُمَمِ وأرفَعُ رايَتي،
فيَجيئونَ بِبَنيكِ في أحضانِهِم
ويَحمِلونَ بَناتِكِ على الأكتافِ،
23 ويكونُ المُلوكُ مُرَبِّينَ لأولادِكِ
والمَلِكاتُ مُرضِعاتٍ لأطفالِكِ.
على وُجوهِهِم يَسجُدونَ لَكِ
ويَلحَسونَ غُبارَ قَدَمَيكِ،
فتَعلَمينَ أنِّي أنا الرّبُّ،
والّذينَ يَنتَظِرونَهُ لا يَخيـبونَ».
24 أتُؤْخَذُ الغَنيمةُ مِنَ الجبَّارِ؟
أو يُنقَذُ الأسيرُ مِنْ يَدِ الطَّاغيةِ؟
25 نعم، فهذا ما قالَ الرّبُّ:
«سآخُذُ الأسيرَ مِنْ يَدِ الجبَّارِ؟
وأُنقِذُ الغَنيمَةَ مِنْ يَدِ الطَّاغيةِ.
أنا الرّبُّ أُخاصِمُ الّذينَ يُخاصِمونَكِ‌،
وأُنَجِّي بنيكِ مِنْ بـينِ أيديهِم.
26 ظالِموكِ يأكُلونَ مِنْ لَحمِهِم
ويَسكرونَ مِنْ دَمِهِم كالخمرِ.
فيَعلَمُ كُلُّ بشَرٍ أنِّي مُخلِّصُكِ
وأنَّ فاديكِ جبَّارُ يَعقوبَ». ‌